28 de marzo de 2010

Carta a una bolsa

Querida Bolsa,

Hoy me he comprado una camiseta, y aparte de dejarme la tarjeta en un estado tremendo de crisis, me han regalado una bolsa de papel en la que por los dos lados venía lo siguiente escrito:


"Un viejo indio estaba hablando con su nieto y le decía:
- Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.

El nieto preguntó:
- Abuelo, ¿dime cual de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?

El abuelo contestó:
- Aquel que yo alimente."

Precioso, debería venir algo así en todas las bolsas, así sanarían el sentimiento de culpa y el estado de crisis en el que se queda tu monedero.

Edurne (Edi)

27 de marzo de 2010

Carta a un recorrido

Querido Recorrido,

Tenía pensado actualizar con la Noche Loca en Vitoria, pero aún no hay fotos subidas, así que esperaré a ver si alguien sube alguna.

Se acerca el verano, curiosamente cada vez que tecleo una de estas letras está más cerca, y aunque el verano trae cosas malas como despedirse de personas que casi seguro jamás volveré a ver, trae cosas buenas como el Interrail. Tengo ya ganas de colgarme la mochila a la espalda cuan caracol con la casa a cuestas, e ir a ver mundo. Será un buen momento para adquirir monedas de 2€ conmemorativas para mi colección.

Aquí os dejo el planning, a ver qué opináis:

20: Bilbao - Madrid - Ginebra
21: Ginebra
22: Ginebra - Laussane
23: Laussane
24: Laussane - Berna - Zurich (1)
25: Zürich
26: Zürich - Liechestein - Salzburgo (2)
27: Salzburgo
28: Salzburgo - Vienna (Bratislava - Vienna) (3)
29: Vienna
30: Vienna - Bonn (4)
31: Bonn
1: Bonn - Amsterdam (5)
2: Amsterdam
3: Amsterdam - Bilbao


Edurne (Edi)

23 de marzo de 2010

Carta a una simpleza

Querida Simpleza,


Antes eran los viernes, ahora los miércoles. Cada miércoles, un grupo de desaliñadas de la uni nos reunimos para comer en el comedor y pasar la tarde por allí en los ordenadores, comiendo helados, tiradas en la campa, contando anécdotas y sobre todo riéndonos.


Sí, mis amigas, que no siempre estamos todas ni todas las que estamos son mis amigas, porque cada día se une alguien nuevo. Algunas no van porque se duermen después de la fiesta del miércoles, otras porque aunque no estudian están matriculadas en alguna carrera y deben hacer algo por ello, etc. Vaya, que cada día voy a comer y no sé ni con quién me encontaré.


Pero es lo que me gusta. Tanto Amaya como Noemí, Eider, Larraitz, Nina, Mariso, Ixone, Jone, Arielle, Ashley, Laura, Naiara, Tamara, Sara y tantas que cada miércoles y también cada momento que me las encuentro me hacen reir a carcajadas hasta que me duele la tripa y me pongo como un tomate de colorada. Es un buen relax para continuar la semana, pues el miércoles es más o menos como un domingo porque además no tengo clase.


Me encanta que nos tiremos en la campa de la uni a tomar el sol, devorar helados, sacarnos fotos, discutir sobre si las rubias son tontas o no, sobre si soy pelirroja o no y sobre todo contar chistes malos e intentar buscarles la gracia aunque nos doblemos de la risa.


Son unos días únicos. Me encantan.
Prefiero estar contando chistes malos que despellejando al contrario.

Las prefiero a ellas.















¡Y mañana MIÉRCOLES! :D


Será una simpleza, pero no me hace falta mucho más para ser feliz. Bueno sí, mis libros.


Edurne (Edi)

22 de marzo de 2010

Carta al Día Mundial de La Poesía

Querido Día Mundial de La Poesía,


¡Felicidades Poetas! Hoy es nuestro día :)

Aquí os dejo una pequeña poesía para explicarlos lo que es, y otra que también me gusta mucho:


¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.

¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.

G. A. Becquer





Poesia de amor de Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llenas del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mí alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.



Edurne (Edi)

21 de marzo de 2010

Carta al Puente

Querido Puente,



Desde que empecé la uni los sábados a la mañana fueron eliminados de mi calendario, pues me los paso durmiendo y recuperando horas de sueño. Pero al fin un viernes libre y así el sábado a la mañana no lo utilicé sólo para dormir. Dormí hasta las 9'30h y me supo a muchísimo... ¡antaño no sucedía eso!


Siempre me han sentado mal las cortas vacaciones entre trimestres, y en ocasiones también los puentes. Veréis lo mal que me sentará la Semana Santa... aunque este año son menos días. Este año me exiliaré menos.


Además estoy coja. Mi rodilla dislocada cada día me tiene más disLOCAda, y más cuando el jueves Anahí me agredió con una silla aunque fue sin querer, pero mi rodilla ha pasado por un arcoiris de colores estos dos días atrás y está hinchadita. Que alguien me la corte por favor... Aunque supongo que algún día podré perdonar a Anahí.... :P


Ayer una visita fugaz de Maider y después recordando viejos tiempos en el colegio con Raúl y Blanca. A veces creo que fue ayer cuando me fui de allí, y otras veces creo que he vivido toda una década desde que me fui, y eso que cada martes y jueves vuelvo, aunque esta vez como profesora.


¡Ah! Una noticia importante. Ya tenemos el billete de vuelta del Interrail. Puede parecer paradógico, pero hasta hace días teníamos el billete de ida de Interrail pero no el de vuelta :D ¡Qué ganas tengo de irme en plan caracol con el macuto a cuestas a recorrer Europa! Os traeré algo.... ¡para escribir!


Esta tarde a merendar gofre con chocolate, un vicio confesable.


Os dejo una foto del viernes, para que veáis que mi otro vicio confesable, los chupa-chups y piruletas, dejan huella.


¡Feliz semana blogueros!


Edurne (Edi)

16 de marzo de 2010

Carta a un collage

Querido Collage,



ELLOS.



Gracias por saberlo todo de mí, y apesar de ello querereme.

Edurne (Edi)



PD: Cuando hago estos collages me doy cuenta de que debo renovar fotos y sacarme con las personas con las que no tengo.

15 de marzo de 2010

Carta Idiota

Querida Idiota,

Soy idiota. Lo sé.

Soy idiota porque siempre confío en que hay un lado bueno en cada persona. Soy incapaz de ir por la vida con un escudo delante reflejado en mi cara de amargada o en contestaciones inadecuadas. Es por eso que en ocasiones no se recibe cuanto se da.


Soy idiota porque insisto en pasar buenos ratos con las personas con las que sé que puedo pasarlos. Pero por lo que no paso es por ir a ese nivel de guayismo, por ahí no paso.


Soy idiota porque doy pequeños detalles que salvo excepciones no son recíprocos. A veces me pregunto por qué lo hago, por qué doy detalles pequeños pero que hacen sonrisas enormes, por qué cito buenas frases para algunas personas, por qué.... Por qué inicio conversaciones para interesarme por el bienestar de quienes me importan y para sacarles sonrisas; entiendo que si esas personas luego no inician conversaciones es porque les molesta hablar conmigo...


Soy idiota por creer que si un día quise mucho a una persona por los buenos momentos y por lo bien que congeniamos, lo podremos hacer toda la vida.


Soy idiota por no importarme ser idiota, porque dar pequeños detalles y hacer felices a los demás es lo que me hace feliz. Aún cuando pocos son recíprocos.


Soy idiota porque aunque juro que no volveré a ser así y que no voy a pensar en nadie más que en mí, no consigo cumplirlo. No puedo remediarlo, soy así. Y ya me he llevado una de cal y otra de arena.


Pero así es la vida. El mundo no está hecho para gente como yo. Y eso duele. Pero esas personas que reciben mis detalles cada día, no me preguntaran si algo me duele o si estoy bien cuando yo les pregunte a ell@s simplemente porque realmente me interesan.

Lo de idiota es cangeable por otro adjetivo, depende del grado de odio que se me tenga.

Me voy, no sigo escribiendo esta entrada, me voy antes de que empiece a decir cosas que sólo un par de copas de más lo justificarían.



Edurne (Edi)

14 de marzo de 2010

Carta al Revés


Dicen que voy al revés del mundo, que hago lo que me da la gana, que soy rara. La verdad es que son sólo excusas de gente del montón que desearía salir de él y destacar por algo innato. O igual es una excusa para calmar mi conciencia. Qué más da.



Me gusta ver películas y después leer el libro. Para qué lo voy a negar, me gusta releer e imaginar a los personajes haciendo las tramas de los libros, y releer párrafos, y volver a imaginar, y volver a sentir... Mi profesor de lengua me discutía que haciéndo eso estoy leyendo el libro con una imagen y opinión predeterminada y no me deja disfrutar del libro. Pero lo que no sabe es que ese libro tiene el éxito asegurado.



También me gusta tener las manos frías, que no frío en las manos. No, no es lo mismo, pensádlo bien. Por eso soy enemiga de los guantes y no me molesta hacer una guerra de bolas de nieve sin ellos, aunque sí me molesta que las bolas de nieve me den... Lo que sí que no me gusta es que quien no es de mi agrado me toque las manos, o quien no tiene uñas porque se las muerde/come/arranca...



Soy una obsesa de los chupa-chups. Cuando iba al colegio, cada mañana compraba uno y me lo comía de camino. ¡Ah! Cuando iba al colegio tenía la manía de salir de casa a las 7'42h exactamente, ni antes ni después. No me gusta que me manden que tire un chupa-chups pero no un chicle, por eso solía pasarme las horas de informática en la calle porque me negaba a tirarlo. A veces el chupa-chups era la excusa para no ir a informática, y la clase de informática era la excusa para comer un chupa-chups.



Me despierto un segundo antes de que mi despertador suene, para apagarlo al segundo de que suene. Mi despertador es mi móvil, y el 80% de las veces que uso mi móvil es de despertador.



Conozco a mucha gente. Soy capaz de acordarme de qué día conocí a cada persona, cuál fue la primera conversación que tuvimos, qué llevaba puesto aquel día, que hice aquel día, dónde estabamos, y soy capaz de acordarme de momentos insignificantes de los que nadie jamás se acordaría. También reconozco los olores de las personas, y sé distinguir cómo huele cada uno.

También tengo hipo todos los días incluso varias veces al día. Ya tenía hipo desde que estaba en la tripa de mi madre, algo que para ella era muy molesto. Al nacer lo primero que tuve fue.... hipo.

Puedo pasarme horas en una librería viendo libros y leyendo la parte de atrás. Odio cuando las dependientas me dicen: "¿Necesitas que te ayude con algo?". Me molesta, es como si te dijesen: "Si no vas a comprar nada, vete."

Cuando voy a un examen y pienso previamente que voy a suspender, lo suspendo. Sé que el remedio sería pensar que voy a aprobar, pero si sé con certeza que lo voy a suspender, ¿para qué engañarme?

Me encanta ir por mi ciudad y acordarme del día que estaba sentada en aquel banco con mis amigas y nos reímos de aquello, o del día que me encontré en aquella esquina con aquella persona, o del día que quedé en ese sitio con aquella persona y estuve rato esperando...

También me encanta hablar con todo el mundo que me cae bien y me parece agradable. Me da igual si son compañeros, profesores, amigos, conocidos... Hablo con todo el mundo, todos tenemos algo que decir. No es que sea sociable como la que más, pero si no se habla no se conoce a nadie.

No suelo desayunar, pero si me tomo algo tiene que ser de pie. No me gusta ni comer ni cenar sola, y mucho menos me gusta hacerlo viendo la televisión, porque al fin y al cabo es lo mismo que si estuvierse sola. Nunca mezclo la comida aunque no me da asco hacerlo, siempre me como todo con un orden de prioridad, tragando primero lo que menos me gusta.

Puedo ser rara, no lo sé. Y podría escribir muchas rarezas como estas.
Como casi siempre, voy al revés del mundo.
Pero no siempre, por eso hoy no firmaré, y como esta carta va al revés...


Querida Carta al Revés,


12 de marzo de 2010

Carta a un Doble Sentimiento

Querido Doble Sentimiento,

Estos últimos días corrían dos sentimientos en mí. El primero de ellos era el de decepción. Hace un par de días me enteré de que Joan Baez había estado dando un concierto en Burgos la semana pasada. No entiendo cómo a LEYENDAS como esta cantante no se les hace publicidad ni se les promociona, y a cantante-basuras como otros parece que se va la vida en que todo el mundo sepa que van a dar un concierto. Nunca tendré una oportunidad como ésta, de tenerla tan cerca.... Qué decepción.

Por cierto, hoy se ha muerto Miguel Delibes. Adiós a un gran escritor, creo que no hace falta que explique quién es, ¿verdad?

El otro sentimiento era el de confusión. Como decía hace días, me rendía intentando que personas que en su día consideré que estuviesen lejos de ser 'guays', volvieran a ese estado de normalidad que tanto apreciaba. Me rendía, y pensaba que no todo el mundo es como creemos, y que si algo me había gustado de algunas personas durante un tiempo, esos sentimientos no volverían al igual que ese tiempo tampoco.

Pero me equivocaba. No puedo evitar que haya 'guays' por el mundo, pero sí puedo evitar que eso se me junte a mí. Menos mal que nunca me rindo del todo, a los hechos me remito, y me alegra saber que aunque sea en el fondo de algunos corazones, hay algo atractivo.

Puede que yo quiera de una forma extraña. Pero quiero, que no es poco. Y quiero de verdad.

Edurne (Edi)

10 de marzo de 2010

Carta a un Doble Cumpleaños

Querido Doble Cumpleaños,



Hoy dos preciosidades cumplen años... ¡Jorge! ¡y su madre!
Felicidades para ambos :)


Aquí le veis con mis cascos, ¡veliente de mí que se los dejo!

Por cierto mirad esta foto, ¡es Claudia! Ya queda menos ¡ya queda menos! :D




Edurne (Edi)

9 de marzo de 2010

Carta al Momento Kanheeta

Querido Momento Kanheeta,

Ayer me encontraba un comentario de Maider en el que me decía que se estaba acordando del Momento Kanheeta. Este momento, es uno de esos momentos que si lo recuerdas en un día un poco triste, te alegras enseguida. Por eso me apetece contarlo en el blog, porque me apetece alegrarme contándolo y porque merece ser escrito.


Era Julio de 2008 en Portland, OR, USA. Fuimos Maider y yo, con más compañeros, a aprender inglés durante ese mes. Pasamos allí el mejor verano de nuestra vida, puedo asegurarlo, y dos días antes de volvernos a España, y mientras nuestros compañeros hacían Rafting, nosotras disfrutabamos del paisaje del desierto de Kanheeta. No puedo colocarlo exactamente en un mapa, pero cada vez que pienso en que estabamos las dos por aquellos sitios perdidas, pienso que estabamos locas.


La temperatura sería de unos 40º, y teníamos que subir unas cuestas enormes a pleno sol para llegar al autobús y reunirnos allí con todos los demás compañeros. Estabamos perdidas, pero todo se solucionó tras preguntar a unas adorables yankis que nos indicaron muy gustosamente el camino. Así que a subir más cuestas. Desde ese instante empezamos a sentir una enorme sed, imagináos subiendo una carretera con cuestas empinadas, al sol y sin agua. A todo ésto añadámosle, que me dolía un pie e iba cojeando.


Por fin llegamos al autobús, al típico autobús amarillo americano en donde pone 'School Bus' en el frontal. Estabamos en un 'pueblo' de una única calle con varios bares y tiendas. Ambas moríamos de sed, el autobús estaba cerrado y no teníamos ni un dolar para ir a comprar bebida. Así que decidimos probar suerte en una especie de 'badulaque' en donde vendían bebidas, helados, había ordenadores, cabinas... En Estados Unidos, cuando vas a un bar/restaurante a comer, la bebida te la sirven totalmente gratis y puedes saciarte a beber lo que quieras cuanto quieras. De modo que supuse que no encontraría inconvenientes en que la dependienta del 'badulaque' me diese un vaso de agua (me moría de sed os lo prometo). Pero la chica me dijo que la bebida había que pagarla, y una botella de agua costaba 1$.


¿Qué hacíamos entonces? Asaltar el autobús (donde estaban nuestras mochilas con el dinero). La puerta del autobús estaba cerrada pero varias ventanas estaban abiertas. Así que Maider apoyó un pie en la rueda y yo le empujé del culo hasta que consiguió colarse en el autobús.


Imagináos la situación: Maider intentando pasar por la ventana mientras hubo un momento en el que se quedó atrapada y ni para adelante ni para atrás, y yo empujándole del culo para que pasase por una minúscula ventana a dos metros de altura, mientras las dos nos partíamos de risa.


Por fin consiguió colarse y coger dinero. Pero ahora el asunto era bajar del autobús. Entonces vimos que la ventana del conductor estaba abierta y estaba a un poco menos de altura. No podía bajarse porque aún así era mucha altura y podría haberse roto algo o desgraciarse la pobre Maider. Sin saber lo que momentos después iba a sufrir, me ofreci a cogerla a hombros y de ahí ya era más fácil que saltase al suelo.


Así que cuando ya estaba sentada en mis hombros, se sentó encima mío. Por instantes creí que encogía...¡cómo pesa la jodida! Mis piernas temblaban y yo intentaba entre bajarla al suelo y que no nos cayesemos las dos ni hacernos daño. Cuando consiguió ponerse de pie y que a ninguna nos ocurriese nada, vino el momento de partirnos de risa; aún me acuerdo y me sigo partiendo. ¿Qué pensaría quien nos viese?


Era el momento de ir a por agua. Volvimos al 'badulaque' y pedimos cada una un botellín de agua, un helado de los más grandes y yo una coca-cola porque soy adicta a ella. Mientras la generosa dependienta de antes nos servía el helado, nos bebimos los botellines de agua casi de un trago. No sabía lo mal que se pasa cuando se tiene tanta sed... Cuando nos fue a cobrar, la dependienta me dijo: "You can take the coke as free." Es decir, me regalaba la coca-cola.


¡¿Estamos locos?! ¡No era capaz de darme un vaso de agua pero sí me regalaba una coca-cola! jajajajaaj... Todo supo a gloria.


Finalmente descubrimos que la puerta del autobús estaba abierta y sólo hacía falta empujar para abrirla. Y mi pie tenía un esguince que seguramente Maider empeoró cuando casi me aplasta....


Vaya aventuras. Era Portland, el mejor mes.



Edurne (Edi)




¡Qué bueno es reirse de uno mismo!

7 de marzo de 2010

Carta a Palabras

Queridas Palabras,


Habían pasado ya suficientes primaveras como para tenerla olvidada. Pero sólo su mente y su corazón serían quienes podrían tener el lujo de decir basta y empezar a olvidarla. Para él era inevitable, a pesar de haber estado años ocupando la mente con cualquier absurda idea, ella volvía a su mente en los momentos en blanco.

A veces creía que había sido ayer mismo cuando le enroscaba los rizos que colgaban hasta su cintura, y otras veces creía que había pasado una eternidad desde aquel día. Había perdido la noción del tiempo, ¿habrían pasado 15 años? ¿20 tal vez? No estaba seguro de si aquel oscuro y lluvioso día de Febrero en el que puso un punto a aquella historia, había sido un punto y final o sólo un punto y aparte.

Él seguía paseando por ese parque de cesped recién cortado, y se seguía sentando en aquel poste de madera junto al arroyo. En ocasiones la veía a ella en el reflejo del agua, pero esa silueta desaparecía cuando él giraba la cara esperando encontrarla sentada a su lado. Incluso si el viento silbaba, sentía que su olor aún permanecía en aquél parque.

Para ella, todo había sido muy diferente. Sí, es cierto, lloró el día que él la llamó por la noche y puso fin a lo que pocos meses antes había nacido entre los dos. Tardó tres años en darse cuenta de que la vida se encuentra más allá del recuerdo y entonces decidió levantarse de aquel rincón y caminar. Con casi 20 años empezó a vivir cada segundo y sólo en los momentos en los que echaba la vista atrás le recordaba, pero había conseguido saltar ese bache y ese recuerdo ya sólo era eso, un recuerdo.

A veces pensaba en lo que podía haber sido y en cómo su vida hubiese sido diferente si aquella fría noche de Febrero ella no hubiese cogido su llamada. Él no le hubiese dicho aquellas frases que ella recordaba con total exactitud. Ella hubiese soltado el móvil en la mesilla, y tumbándose boca abajo hubiese dormido. Pero mirando la pantalla fíjamente esperando recibir un mensaje suyo, recibió una llamada. Y fue así como empezó la etapa de transición hacia el camino de la felicidad, eso sí, apartada de él.

La vida de ambos había llevado caminos totalmente diferentes. Ella había logrado que los recuerdos de su amor con él fuesen iguales a los recuerdos de cualquier excursión, momento, fiesta, viaje... Su mente había conseguido igualar los recuerdos que le pertenecían a él junto con los recuerdos de los buenos momentos. Porque al final de todo, él era un buen recuerdo. En cambio él la recordaba constantemente, y ella sólo salía de su mente cuando el alcohol tomaba parte, generalmente varias veces por semana.

Aquel día, decidió emprender un nuevo camino y empezar a ser feliz, rompiendo todo aquello que la llevase a sus recuerdos. Entonces encontró aquella carta, una de tantas que ella acostumbraba a meterle en el bolsillo o en algún libro, para así encontrarlas posteriormente. Se preguntaba a sí mismo cómo había sido capaz de llamarla aquella noche y perderla, perder esa sonrisa, ese brillo en los ojos, esa vida...

¿Qué habría sido de ella en estos veinte años? ¿Seguiría viviendo en el mismo sitio? ¿Estaría bien? Eso seguro, ella siempre estaba bien, siempre sonreía aunque quizás no por ganas, pero sí por no preocupar a los de su alrededor. ¿Estaría con alguien? Probablemente cualquiera se hubiese enamorado de uno de sus quince mil encantos que le enamoraron a él tiempo atrás.

Necesitaba verla o escucharla al menos una sóla vez. Si no le mataba la soledad, lo haría el alcohol. Fue así como entre temblores marcó su teléfono que aún recordaba perfectamente, y le dejó el mensaje en el contestador. "A la misma hora de siempre, en donde siempre". Ella lo entendería.

Al día siguiente, se puso su pantalón negro con camisa negra, y se perfumó como siempre. Dos horas antes, ya estaba preparado, y comenzaba a sentirse nervioso. No paraba de mirar su reloj, y le pedía al tiempo que por favor corriese hasta la hora punta, pero que se detuviese en el momento en el que se encontrase con ella.

Llegó el momento y la hora. Ella no aparecía. Se retrasaba cinco minutos, después diez, y después quince... Seguramente no habría escuchado el mensaje, o si lo habría escuchado no habría querido ir al encuentro. De pronto alguien se acercaba. Sí era ella, no cabía duda, reconocería sus pasos entre multitudes de personas caminando. Ya no tenía el pelo rizado pero con el pelo liso estaba igual de guapa. Llevaba un vestido azul oscuro y una gabardina abierta, con las manos en los bolsillos. Iba sobre tacones no muy altos, hace veinte años no había quien la subiera a unos. Los años le habían sentado muy bien pese a que ya poco había de aquella niña de diecisiete años.

De pronto se detuvo delante de él, y sus ojos comenzaron a brillar a la vez que sonreía sin abrir la boca y despues separaba un poco los labios mostrando sus dientes, pero sólo un poco. Sí, ella había vuelto. Él estaba apoyado sobre el poste de madera, como siempre hacía para estar más a su altura. Ahora uno frente al otro, en el mismo sitio que hace veinte años, tenías muchas cosas que decirse y a la vez sobraban las palabras. Ella le notaba el alcohol en la cara, pero seguía siendo guapo.

Entonces ella dio un paso adelante acercándose, y él apoyó su frente en su clavícula, mientras cerraba los ojos. Notaba su corazón palpitar y llevaba el mismo perfume de siempre; ambas sensaciones que le hacían sentirse seguro y relajado. Ella le acarició el cuello con las dos manos y le besó en la cabeza, mientras él le agarraba por la cintura. Ahora no la dejaría que se escapase nunca.

Ella había vuelto. Y él también.
No se dijeron nada en aquel parque, ni mientras perdían la cabeza entre aquellas sábanas de raso.
Sobraban las palabras.




Edurne (Edi)

6 de marzo de 2010

Carta a un Piercing

Querido Piercing,

No. No me lo he hecho, al final he abortado la 'operación piercing'. Luego lo comento.

Ha sido una semana bastante dura, y aunque cada día visito mi blog para asegurarme de que todo está bien, no he tenido ni tiempo ni ganas de escribir algo. Casi casi no he tenido ni inspiración... Madrugones a las 5'30h y volver a casa a las 20'00h me han dejado tirada.

Tengo una noticia: ¡Me voy de Interrail! Aún no está muy segura la fecha pero lo que sí es seguro es que nos vamos. ¡Qué ganas! Ya iré informando más.

También tengo una noticia pero que no es muy segura aún, y no puedo dar detalles pero igual sí alguna pista: Tiene que ver con mi blog y con mi futuro como escritora. ¡Yuju! Como inconveniente es que no me he podido presentar al concurso de relatos que había esta semana, aunque ya tengo el relato escrito. Lo presentaré a otro concurso al que le tengo echado el ojo, y además es de los de verdad.

Esta semana me he cansado, no me refiero al cansancio físico aunque también, sino me he cansado de estar detrás de algunas personas. Cuando hace meses escribía aquí mismo eso de que 'No soy guay', no había descubierto que también existe un gremio que se llama el de los 'pseudo-guays'. Es decir, personas que no son guays porque no cumplen con los requisitos para serlo, pero que le beben los vientos a los 'guays' y se someten a sus órdenes y a seguirles en todo lo que hagan porque creen que el éxito se encuentra muy cerca de los 'guays'. En pocas palabras, que hay quien no es guay pero sigue a los guays. Y me dan tanto o más repelús que ellos.

Hace tiempo consideraba que a una persona le sobraban todas esas cosas y esos 'guayismos' y valían mucho más la pena que el resto. Pero este tiempo atrás me doy cuenta que igual no es así, y aunque me de pena por esa persona, no pienso luchar más. Que cada uno sea lo que quiera ser, y quien me quiera perder como amiga, eso que se pierde.

Y al final no me he hecho el piercing de la nariz. Por problemillas de salud no puedo. En fin así es la vida.


Pasad buen finde :)

Edurne (Edi)

4 de marzo de 2010

Carta a un sueño

Querido Sueño,




No puedo vivir toda la vida con sueño.
Tendré que buscar remedio, y el irse antes a dormir no cuenta.







Edurne (Edi)

PD: ¡Que me agujereooo!

2 de marzo de 2010

Carta muy lanzada

Querida Carta Lanzada,


Escasas son las cartas que escribo arremetiendo contra algo/alguien o en las que me desahogo de lo lindo. Antaño escribía cartas (¡y de las reales!) luchando por la justicia, como buen espíritu luchador. Bueno, lo hice en tres ocasiones nada más. La Ministra de Sanidad no contestó (probablemente ni lo leyó..), pero el Embajador de España en Suecia y el Jefe de McDonalds en España sí lo hicieron. Qué pena no tener una cámara para grabar la cara que pusieron al leerme. En ocasiones me lanzo demasiado.

El caso es que hoy, haré esa excepción. Porque quizás esa persona sea una más entre mis lectores y tenga la suerte de que mis letras lleguen a sus ojos, aunque lo que no es probable es que como tantas cosas en esta vida, las entienda. También porque es mi blog y porque en él se escribe lo que YO quiero, y porque es el modo más 'suave' que encuentro para desahogarme.

Sé que delante de una pantalla somos todos muy valientes (a hechos me remito), y que una vez visto somos todos muy listos. Pero a quien no le guste, le facilitaré una manera muy sencilla de evitarse ésto: Sal de mi blog. Así que obsequiándote con un privilegio por supuesto no merecido, te dirijo esta carta. Sí, es a ti.

A ti que crees que la Historia empezó el día que naciste y que el fin del mundo junto con el 666 vendrán el día que desaparezcas. Te equivocas, y además doblemente. Lo tuyo nunca fue ni tan siquiera Historia, y tampoco desapareciste ni desaparecerás nunca, porque de hecho, nunca has existido.

A ti que te atreves a levantarle la mirada a quien en la adversidad y desconocimiento, no existes en su vida tanto como te gustaría. Mejor dicho, no existes de ningún modo.

A ti que sabes disfrazar la verdad con piel de cordero, sin darte cuenta que las orejas del lobo se ven siempre. Y de que cuando tú has ido por ese camino, para mi desgracia, yo ya he ido y he vuelto 3 veces. Entiéndelo, jamás has podido metérmela doblada. Aunque para máscaras la mía, la he llevado por no discutir como si fuesemos niñas de patio de colegio. Entérate, nunca te he creído.

Entiéndelo, en ningún momento te acercaste a la palabra 'amistad'; aunque entiendo que lo creyeses por tu erróneo concepto de la misma.

Hay gotas que llenan el vaso, y otras lo desbordan.
Y también hay letras que terminan cartas, y otras entradas de blog.
He dicho.


Edurne (Edi)

1 de marzo de 2010

Carta a Elenilla

Querida Elenilla,

Llevo varios días sin escribir, y para qué mentir, por pereza. Hoy entraba en mi blog como siempre, metiendo la dirección en google, bajando hasta abajo en la página web para apagar la música (sí... es un poco cargante no? creo que la voy a terminar quitando...) y seguidamente subiendo poco a poco para ver si Mis Compañeros han actualizado.

Para mi sorpresa, había una actualización de una entrada titulada Mi Despedida. Temiéndome lo que era, Elenilla se marcha abandonando este mundo virtual.

Esa idea de abandonar el blog, se me pasa por la cabeza bastantes veces el llegar un día y despedirme del blog para siempre. Cada día llego de casa, entro en mi blog y escribo. A veces creo que de manera inútil, que escribo tonterías, que es sólo afición... Y a veces me siento agredida por el propio blog, y eso que el pobre no tiene la culpa. Gente que habla de él, creyéndose con la libertad de opinar sobre él, o incluso los comentarios sin mala intención... Se me olvida que el blog es algo público y que son muchos los ojos que lo leen.

En cambio hay algo que hace que 'casi' cada día esté delante de esta pantalla escribiendo, sólo escribiendo, lo que me hace feliz. Es esa ilusión, la que hace que cuando acabo de escribir una entrada me quede satisfecha y desahogada; porque como bien dice Elena, es un lazo de unión parecido a la amistad lo que a algunos nos une con el blog. O al tiempo, leer las entradas que contenían problemas y preocupaciones y ver cómo esos problemas se solucionaron mejor de lo que me esperaba. Y los comentarios de ánimo y apoyo de la gente, bien a través del blog o bien en persona; que los agradezco todos, lo sabéis.

Bueno Elenilla, aquí acaba tu camino. Espero que vaya todo super bien y que la experiencia de ser madre ya no se califique con un ¡socorro!. También espero verte por mis comentarios, siempre habrá un hueco para que comentes y también te dejaré en mi lista de Compañeros. O nos vemos por el Feisbuk, en su defecto :)


Edurne (Edi)