Carta al concierto

Querido concierto,

Una vez más, sin palabras.
Una pasada, increíble....
La primera canción genial, ni un solo fallo, y yo creo que ha salido incluso mejor que en lo ensayos. Y Ander, un compañero excelente, da gusto acompañar a chavales así, te tranquilizan y hace que todo sea estupendo.
Y la segunda canción, con Pablito, pues genial también, pese a que su padre afirma que al principio ibamos algo descoordinados.

Finalmente el premio por haber tocado tan bien....... Merece la pena tocar bien solo para premios así.

Poco me gusta tocar en conciertos, o es lo que suelo decir antes; pero cada vez que salgo de uno pienso "Ya queda menos para que sea el último." Y me entra una pena y una tristeza, que nadie sabe... ni tampoco nadie sabe el nudo que tengo en el estómago al escribir ésto...

No quiero. Sé que parte de mi vida está con mi guitarra y con mi escenario, y con esas personas que cada año varias veces hacen que sienta el don para lo que he nacido, ese sentimiento que no se puede describir.... ¡Caray! Nunca me había parado a pensar en cómo describir lo que es la música para mí, ni lo que significa ni lo que siento al oirla, especialmente a la guitarra española. No quiero que eso se acabe...

Porque quizás una guitarra española no es casi conocida en el mundo, ni tampoco su sonido es muy escuchado... Pero en cada situación hago que la guitarra española sea conocida y que se me escuche tocando. Muchos dicen que 'mola' más una guitarra eléctirca, y solo usan la guitarra española para entrenarse un poco antes de tocar la eléctrica... Pero yo no soy 'muchos', y mi guitarra mola más que la de ningún otro.

Sin dejar atrás a lo que el tocar la guitarra me ha traído, que ha sido a todas esas personas que he conocido, todos esos momentos, todos esos nervios y malos momentos que aunque los sufra luego me gusta recordarlos y aprender de ellos, incluso de las canciones aprendidas el día de antes y hacer la chapuza en el concierto.

Es mi guitarra. Es mi mundo.

Edurne (Edi)