25 de diciembre de 2011

Carta a 'Todos'

Querido 'todos',

No sé si soy la única que tiene la sensación de que estos días no están sucediendo de verdad. Es como si alguien me dijese que el color rojo ya no va a ser rojo nunca más. Esa sensación de cuando alguien te felicita por tu cumpleaños sin serlo, te sientes confundido y desorientado por segundos hasta que te colocas en el espacio y tiempo correcto.

Escucho/leo las palabras "Feliz Navidad" una media de cinco veces a la hora estos días. En cambio pocas he pronunciado/escrito. No es que no desée que el resto no pase unas felices fiestas, ¡que sean las mejores para todos! Pero, ¿cómo disfrutar de un mínimo de esa felicidad que todos me desean (no sé si de corazón o por rutina) cuando la palabra 'todos' ha perdido su significado?

Lejos han quedado los días en los que no quería pensar qué ropa ponerme para que me viesen 'todos', tener que levantarme de una incómoda silla de madera para abrir la puerta a 'todos', dar dos besos a 'todos' a pesar de que los besos de algunos sean más falsos que Judas, fotos con 'todos' y un larguísimo etcétera que escribirlo podría traerme una sonrisa a la cara, que luego se convertirá con seguridad en tristeza.

Hoy 'todos' se encuentran a 1000 kilómetros de distancia. ¡Pero qué digo! 'Todos' ya no existe. Nunca volveremos a estar TODOS.

Aun así, quiero desearos lo mejor para el 2012, que nunca of falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, un lugar que visitar y alquien a quien querer. También alguien que os quiera. Que Cartas A Los Míos siga teniendo cartas que enviar y recibir.

Me despido con una frase de Neruda: "Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos."
Ni lo seremos.


Edurne (Edi)

15 de diciembre de 2011

Carta de Vuelta

Querida Vuelta,


Hoy, como el Almendro, vuelvo a casa por Navidad.




Ya va siendo hora.
Aunque nunca volveremos a estar todos.

Edurne (Edi)

1 de diciembre de 2011

Carta a unos Propósitos

Queridos Propósitos,

Admiraré a quien me admire.
Extrañaré a quien me extrañe.
Sufriré por quien sufra por mí.
Soñaré por quien sueñe por mí.
Veré a quien me vea.
Cuidaré de quien me cuide.
Iré por quien venga.
Abrazaré a quien me abrace.
Lloraré por quien me llore.
Sonreiré a quien me sonría.
Daré la mano a quien me agarre.
Caminaré con quien lo haga a mi lado.
Levantaré a quien me levante.
Querré a quien me quiera.
Prometeré todo ésto a quien también me lo prometa.




No tengo porqué esperar a Enero. Mis propósitos empiezan desde Diciembre.

[FOTO]: Allá cuando tenía 16 años... Me apetecía compartirla.

Edurne (Edi)

30 de noviembre de 2011

Carta a una Petición

Querida Petición,

Necesito volver atrás en el pasado.
Por favor que cuando me despierte mañana sea el año pasado, o el anterior...
Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor....


Edurne (Edi)

23 de noviembre de 2011

Carta a un Momento

Querido Momento,

Momento entre mi sobrino Jorge (5 años) y yo, cuando se acerca a ver el ordenador que acabo de sacar. Se dirige a tocarlo:

"- Hey hey hey.... quita tus manecitas y tu boca (por si vomitas) de delante de mi ordenador. Oyeeee... que no toques mi ordenador, que éste no es como el de mamá. ¡¡SCHHHHSSSS!! Que no te he dicho.... Jorge....... Jorgeeeeeeeeeeee.... ¡¡JORGE!! ¡¡QUE NO TOQUES MI ORDENADOR!!


Pone sus manos pegadas al cuerpo, da un paso hacia atrás, y me mira con cara de tristeza:

- Ay... lo siento, lo siento Jorge... ¿Me das un abrazo?
- ¡Abracitoooooo!

Me abraza despacito mientras me aparta el pelo, seguido apoya su mejilla en mi hombro y:

- Te quiero tita.
- Oh....... yo a ti también."


Ahí viene cuando yo me derrito.

Edurne (Edi)

14 de noviembre de 2011

Carta a un Poema

Querido Poema,

A MI MADRE

(reivindicación de una hermosura)

Escucha en las noches cómo se rasga la seday cae sin ruido la taza de té al suelo
como una magia
tú que sólo palabras dulces tienes para los muertos
y un manojo de flores llevas en la mano
para esperar a la Muerte
que cae de su corcel, herida
por un caballero que la apresa con sus labios brillantes
y llora por las noches pensando que le amabas,
y dice sal al jardín y contempla cómo caen las estrellas
y hablemos quedamente para que nadie nos escuche
ven, escúchame hablemos de nuestros muebles
tengo una rosa tatuada en la mejilla y un bastón con
empuñadura en forma de pato
y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)


(Leopoldo Maria Panero)


Edurne (Edi)

13 de noviembre de 2011

Carta tras un año

Querido Año,

Hay días en los que pienso que fue ayer, y otros en los que nunca ha sucedido. Pero hoy, hace un año, la realidad me daba un puñetazo de frente. Hoy los tontos aparcados en segunda fila deberían cerrar la boca.

365 días, sin faltar uno, en los que he pensado en ti, en nosotras. Sé que yo no era tu preferida, ni tampoco tú eras la mía, pero eso no implica que no nos quisieramos. Dicen que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. En mi caso fue hasta que estuve a punto de perderlo. Recuerdo cada llamada a primera hora por mi cumpleaños, cada navidad, cada postal, cada visita, cada sonrisa, cada lágrima, cada enfado. No puedo recordar lo que nunca sucedió. Sin embargo, todos esos recuerdos juntos me saben a poco. Atrás han quedado los momentos en Madrid, las tardes junto a la estufa. Ni siquiera la sopa de pollo ha vuelto a estar tan rica. Aunque si hay un modo de recordarte, será con una sonrisa.

Este año, ha sido un tiempo de pensamiento, de silencio, de reflexión. Ya de nada sirve lamentarse por no haberte conocido más, por no haber pasado más momentos y por no haberme esforzado más en comprenderte. Con tu marcha aprendí que la vida se vive una única vez y que hay momentos que no vuelven nunca. Me diste la lección más grande que podías haberme dado. Me enseñaste que a mi lado tengo a una persona con un corazón que vale un mundo y que debo saber apreciarlo.

Nadie puede pedirme que no esté triste hoy, o que no llore. Hoy no hay demasiadas palabras, aunque mucho que decir.

Edurne (Edi)

2 de noviembre de 2011

Carta a un Poema

Querido Poema,


Ella era feliz cada día. Madrugando con los primeros rayos de sol, desayunando mientras miraba al jardín, siendo todo lo buena madre que podía llegar a ser. Pero él nunca le daba un beso antes de marcharse a trabajar, eso queda para las películas de los sábados por la tarde. Su manera de demostrar cariño era diferente, en ocasiones demasiado agresiva. Dicen que entre el amor y el odio hay un sólo paso.


Cada jueves por la mañana recibía el buzón de casa se abría para recibir una carta poco común. Un poema, remitente desconocido. Como tema el amor, alguien la espera, alguien la desea, alguien piensa en ella. Pero no cita ningún nombre. Ella sueña y se imagina quién será el que le envía esos versos. Tal vez viva cerca, o los envía desde lejos. Quizás sea un hombre apuesto, o un amor platónico de un adolescente enloquecido.


Pero ella era feliz, cada día, especialmente los jueves. Llega su marido y le recibe con una sonrisa, sin contárle que cada jueves por la mañana llega un poema que la hace soñar. Él también es feliz, escribiéndo cada miércoles por la noche ese poema que enviará a la mañana siguiente, bajo anónimo para hacerla feliz.



Edurne (Edi)

20 de octubre de 2011

Carta a un Video

Querido Video,



Pura poesía en movimiento.

Edurne (Edi)

17 de octubre de 2011

Carta a una Cancion

Querida Cancion,

Siempre me decias "no te vayas". Fui yo quien tenia que haber dicho que no te fueras nunca.



Si no te hubieras ido

Te extraño más que nunca y no sé qué hacer.
Despierto y te recuerdo al amanecer.
Me espera otro día por vivir sin tí.
El espejo no miente, me veo tan diferente.
Me haces falta tú.
La gente pasa y pasa siempre tan igual.
El ritmo de la vida me parece mal.
Era tan diferente cuando estabas tú,
sí que era diferente cuando estabas tú.

No hay nada más difícil que vivir sin tí.
Nooo.
Sufriendo en la espera de verte llegar.
El frío de mi cuerpo preguntá por tí,
y no sé donde estás.
Si no te hubieras ido sería tan feliz.

La gente pasa y pasa siempre tan igual.
El ritmo de la vida me parece mal.
Era tan diferente cuando estabas tú,
sí que era diferente cuando estabas tú.

No hay nada más difícil que vivr sin tí.
Nooo.
Sufriendo en la espera de verte llegar.
El frío de mi cuerpo preguntá por tí,
y no sé donde estás.
Si no te hubieras ido sería tan feliz.

No hay nada más difícil que vivir sin tí.
Nooo.
Sufriendo en la espera de verte llegar,
y no sé donde estás.
Si no te hubieras ido sería tan feliz.


......Si no te hubieras ido sería tan feliz.....

Edurne (Edi)

8 de octubre de 2011

Carta a un niño

Querido Niño,







NO ESTÁS SOLO.



Edurne (Edi)

24 de septiembre de 2011

Carta a Recuerdos

Queridos Recuerdos,


Olor a café que sube por la escalera. Madrugar en silencio. Un frigorífico casi a reventar. Pestiños. Flores. Rosquitos. Coger jazmines. Olor a jazmín. Jazmínes delante de la foto. 19 escalones. Pasar entre las barandillas. El reloj dando la hora. Darle cuerda al reloj. Calentarse en el brasero. Helarse fuera del brasero. Toros. Canal "viajar". Procesiones hechas con papel. Libros forrados con papel azul. Abanicos. Llamadas cada día. Felicitaciones. Odiar ir al campo. Ocultar penas. Sonreir. Arroz. Pan bombón. Armarios llenos de ropa. Pañuelos de seda. Figuras en la repisa del baño. Chorrito en la ducha. Gel de Ágatha Ruiz de la Prada. Pajitas en la bodega. Canarios. Agapornis. Dar de comer a los pajaritos. Paqui. El cuarto de pilas. El limón-naranjo. Regar las plantas. Escuchar las conversaciones de los vecinos. Los vecinos. Tangos de Gardel. Descubrir lo que es el amor. Muchos cojines. Odiar los cojines. Fotos debajo del cristal de la mesa. Echar de menos. Enviar postales. Enviar cartas. Que nadie me quiera como tú. Traerte souvenirs. Brazo de gitano. Cinco besos en una misma mejilla. Belén. Arbolito navideño. Ser familia numerosa. Querer seguir siéndolo. El horno sin números. Zapatillas de andar por casa con tacón. Sol. Calor. Tocar la guitarra. Lunares de color rojo. Tener ilusión. Sillas viejas de madera. El panadero tocando el timbre. Hospitales. Gazpacho. Fotos en blanco y negro. Acostarme en absoluto silencio. Iluminarme con el móvil. Cama de 80cm. Cama mueble. Halcón. El cuartito chico. No querer a nadie como a ti. Nochebuena. Nochevieja. Ser yo. Saber que todo irá bien. Ventilador. Mancharme los calcetines de granate. Medicinas. Querer ser mejor. No querer que corra el tiempo. Llorar en despedidas. Llorar después de las despedidas. Despedirnos en la puerta. Hasta mañana si Dios quiere. Y sino también. Saber que he perdido todo ésto. Saber que todo ésto ya son solo recuerdos.



Recuerdo cuando no me hacía falta recordarte.


Edurne (Edi)

14 de septiembre de 2011

Carta a un lado

Querido Lado,


Todos tenemos un lado que no nos gustaría ver en un blog. Pero no por eso dejamos de ser nosotros.

Edurne (Edi)

1 de septiembre de 2011

Carta a unos Sueños

Queridos Sueños,

Cuando era pequeña soñaba con ser paloma, pues creía que las palomas eran libre volando de aquí para allá, veían mundo y nadie las coartaba de nada. También soñaba con hacerme mayor y dejar esa infancia en la que los adultos, jueces del bien y del mal, imponían su razón irracional. Pero si había algo con lo que yo veraderamente soñase, era con escribir y escribir. No existía sueño en el que no me viese a mí misma escribiendo algo. Claro que, me veía escribiendo con un papel y un boli. Anticuada yo...

No hace falta ir tan lejos para encontrar un fruto de mis sueños. Cartas a los Míos nació de mi sueño de mostrar al mundo lo que mis sueños me hacían escribir. En mi infancia, no había semana en la que no escribiese una carta, casi siempre a mis abuelas o a mi tía Marga, ilustre familiar al que tal vez un día dedique una carta en este lugar. Sin embargo, con el paso de los años descubrí que mis sueños eran únicamente míos debido a que no había ser sobre la tierra que soñase de la misma manera con la que yo lo hacía. Mis cartas dejaron de enviarse. Ahora con los años, me arrepiento de haber detenido mis sueños y no haber escrito todo aquello que navegaba sin rumbo en mi mente. Es tarde, ya no tengo destinatarias a quienes enviar cartas como aquellas...

A la vez que aquella niña que soñaba con escribir ha ido cambiando, sus sueños también se han visto en un mar de cambios. Ahora sueño con volver a los recuerdos, sueño con encontrar un modo de escribir todo lo que mi mente. Y para qué voy a engañarme, sueño con volver a ser la remitente de quien enviaba cartas a mis abuelas...

Pero todo eso no son más que sueños. Sin sueños no se puede vivir. Yo sólo pido, que me devuelvan mis sueños.

Edurne (Edi)

27 de agosto de 2011

Carta a otra Carta

Querida Carta,


No hay mal que por bien no venga. Lo digo porque ayer de madrugada, mi ordenador portátil con el que actualizaba Éste mi Blog y con el que os deleitaba con mis escritos, llegó a su fin. A raíz de su pérdida, decidí hace un rato abrir mi correo desde el ordenador de mi madre (aprovechando su ausencia, desde luego). Rebuscando archivos viejos, pues antes este ordenador lo compartíamos (hasta que me independicé al portatil) he encontrado una carta que escribí allá cuando tenía 15 años. Aquellos maravillosos años...



La historia comenzó cuando en el colegio me mandaron hacer un trabajo sobre Suecia. Le mandé una carta a la embajada sueca y me remitieron una carta contestándome que ellos no tenían por qué enviarme información, y además me enviaban documentos que yo no había pedido. En un arrebato de cabreo, decidí contestarles con una segunda carta y mostrarles mi malestar. Pocos días después, la embajada sueca me envió un paquete certificado con revistas, folletos, pampletos, guías... sobre Suecia.



Ésta es la segunda carta que envié, evidentemente todo es inventado, ni escribí a Afganistán, ni fui de viaje, ni ocurrió nada de lo que a continuación leeréis... Únicamente quería hacer la travesura de escribir esta carta y enviarla, y et voilà, me enviaron lo que necesitaba :)





"Estimado Señor/a Embajador/a de España en Suecia:

Nuevamente le escribo a Ud. en respuesta de su carta . No quisiera comenzar sin antes agradecerle de modo grandioso las molestias que Ud. se ha tomado para hacerme llegar su respuesta.

Primeramente, entiendo su posición. Entiendo que no sea de su menester el facilitar información turística a extranjeros tanto profesionalmente como personalmente. Y ello me lleva a cuestionarme tristemente sí realmente ustedes quieren atraer turistas, atraer gente al bello país que tenía planeado visitar y descubrir sus encantos; desde el aroma de sus calles hasta la delicia de sus vistas.
Y más me cuestiono aún todo ello cuando su actitud no es otra que ofrecer una información no solicitada ni deseada. ¿Podría ahora Ud. entender y cuestionarse que la imagen que obtengo gracias al fruto de su constancia e incierta amabilidad deja bastante que desear sobre su país, su embajada y su gente?

Debido a ello decidí probar suerte en otro lugar donde pensé que la amabilidad y el cálido sentimiento de lo hogareño me acogería incondicionalmente, como ha sido el caso de Afganistán. Aposté por ello, y me sentí victoriosa. Como hice con ustedes, escribí una carta al embajador del citado país. Ese Señor, de nombre Allah Abdullah-Mohamed Sarah, me remitió una carta certificada, la cual ha sido cuidadosamente conducida hasta la misma puerta de mi hogar, junto a un mensajero que con toda la amabilidad inimaginable se acercó hasta mi persona y me la entregó.
Tampoco hubiera sido de su menester el encontrar mi edificio pues resido en un humilde barrio de la periferia de mi ciudad, donde todo es visto menos la mano del Señor, cual debería apoyarnos, y nos deja a un lado. Por ello, el trabajo del Mensajero y del Embajador, Sr. Allah Abdullah-Mohamed Sarah, son dignos de felicitación y maravilla ante tal amabilidad.

Dentro de ese sobre certificado encontré folletos, guías de restaurantes donde poner a prueba y placer mi paladar, hoteles donde hospedarme, lugares típicos y risueños de Corea para que mi visita sea única e inolvidable y así poder hablar espléndidamente sobre el citado país. Así pues, en una semana, realizaré un viaje de 15 días a dicho país, pues creo que merece mi visita, ya que agradan a turistas, los atraen amablemente y sobre todo, es un país en el que se puede disfrutar de las vistas tranquilo y sin motivo de preocupación; tanto en su plena visita como en su planteamiento. Por desgracia, ese ha sido el problema que Ud. ha generado.

No era tarea del Señor Allah Abdullah-Mohamed Sarah remitirme información, pues eso queda para la oficina de turismo. Pero éste Señor, me ha remitido la información fuera del ámbito profesional, sin tener nada que ver con su mísero cargo de Embajador al igual que el que Ud. preside, sino como persona humana con educación y buena intención. Pues hoy, aunque parezca mentira, en el siglo XXI, aún quedan personas honradas, que miran más allá de su trabajo y actúan como personas dignas de recibir un pedazo de cielo.

Aún confío en su buena actitud y en que cierto día, la mala imagen que hoy mismo he recibido de Suecia, se borre de mi cabeza, y contemple la imagen de bello y esbelto país. Pues como antes citaba, soy una persona humana, sin rencores sobre todo, como pocas que quedamos hoy en los días que corren.

Le agradezco desde la humildad y el dolor las molestias que le han generado leer mis palabras y contestarlas. Pues deduzco de lo recibido que en su vida, todo lo que es ajeno a Ud. , es molestia. Permitiéndome la licencia de recomendar a Ud. el visitar un país donde la amabilidad, la humildad, el bien hacer y la hospitalidad van unidas en el alma de sus habitantes; Corea del Norte.

Reciba un cordial Saludo.

Atte.
Edurne ********************

P.D. Si es de su deseo, le enviaré un souvenir de Afganistán, pues quiero pensar que en el fondo de su corazón hay una buena persona, con cargo de Embajador, que le gustaría recibir una postal del mencionado país."




Y me quedé tan tranquila.



Edurne (Edi)


26 de agosto de 2011

Cartas a un Desamor

Querido Desamor,

Tal vez sea porque si el amor fuese fácil, también sería aburrido. O tal vez sea porque lo que hoy siente mi corazón, lo entenderá mañana mi cabeza.

No creo que haya nada que entender. Llegados a este punto, todo está más que explicado. Una palabra, una mirada, un paso juntos... ¿Queda algo por contar? Sí, siempre queda algo. En el misterio está la emoción, y con ello la duda.

Pero mientras, el tiempo corre y no lo hace en nuestro favor. Cansada ya de pensar que mañana las cosas saldrán mejor y que todo se verá de otro modo. No cabe duda, lo veo más y más cerca, y con ello te veo más lejos. Te miro y trato de recordar hasta el último lunar, para el día en el que cada uno coja su camino y no volvamos a vernos en mucho tiempo, sabe Dios si nunca.

Aún recuerdo ese primer día, no dejaba de mirarte con cierta inocencia. ¡Quién imaginaba lo que iba a ocurrir tiempo después! No me engaño, yo lo imaginaba. Sabía que en esa persona que me llemaba la atención había algo diferente que misteriosamente me atraía y no me dejaba de mirarle. Lo que no sabía ni imaginaba es que el futuro iba a ser tan incierto y a la vez tan complicado. Aunque estaba segura de que sí iba a existir un futuro.

Me miro al espejo y no veo a la misma Edurne de hace un tiempo. Casi ni me reconozco. Me miro de arriba a abajo, cada trocito de mi piel, cada cabello, cada lunar, cada cicatriz, cada rincón... También trato de recordar todo ello, algún día mi piel se arrugará, mis múltiples lunares tal vez pasen a ser de color rojo, mis cicatrices no se verán y mi cabello será blanco. Trato de recordarme a mí misma, por si algún día ni siquiera yo me reconozco...

Ahora no estoy tan segura de que ese futuro junto a ti vaya a existir en algún lugar que no sea mi memoria, y para qué engañarme, ni mi corazón. Esta vez ese algo me dice que junto a ese espejo no veré tu vejez reflejada junto a la mía.

Y si no es así, no pasa nada, mi nombre pasará a la historia junto al de las grandes amantes de la historia, como Julieta, Isolda de Irlanda, Catherine Earnshaw, Fermina Daza, y una servidora.

Edurne (Edi)

22 de julio de 2011



¡¡¡HASTA PRONTO!!! Pasadlo bien.

Edurne (Edi)

20 de julio de 2011

Carta a un Mundo

Querido Mundo,

Del latín mundus. Tiene 510.000.000 km² de tierra. Compuesto por 198 países repartidos en 5 continentes. Y según el Banco Mundial actualmente hay un total de 6.775.235.700 habitantes en el mundo, aunque muy probablemente en el transcurso en el que escribo esta carta y en que vosotros, mis lectores, la léeis habrán nacido y habrán muerto algunas personas que harán que ese número no sea exacto.

A pesar de ese gran número y de esa gran cantidad de países que ocupan todo ese territorio, sólo quiero que una persona esté aquí ahora mismo conmigo. Pero no, no es así, esa persona en 24 horas habrá cogido un avión de vuelta a casa, para quién sabe, no volver nunca más. Hablo de esa hermana, más que amiga, con la que he convivido durante el último año de carrera. Jamás pensé que alguien tan diferente de idioma, raza, religión, cultura.... pudiese ser más que una amiga y pasar a ser mi hermana.

Qué mas quisiera yo que todas las personas a quienes quiero estuviesen siempre conmigo. Cuesta admitirlo, pero no puede ser así. Aunque entre lágrimas escriba ésto, no puedo estar más feliz de haberme encontrado en el camino con personas como ella. Y es que a pesar de lo grande que pueda parecer el mundo, la diferencia entre todos es mínima. Sólo hace falta abrir los ojos y tener ganas de ver más allá de un color de piel, de un pañuelo sobre el pelo, de un idioma que no entendemos... para comprender el por qué de todo ello.

Hoy, me siento triste por decir adiós a una amiga, a una hermana. Esta madrugada un trocito de mi corazón partirá hacia un país en el que luchan por la paz, por muy irónico que pueda sonar.






Edurne (Edi)

8 de julio de 2011

Carta a una Foto

Querida foto,



Mientras en una parte de la ciudad yo sufro con la difícil decisión de qué libros comprarme y qué libros no, alguien en la otra parte de la ciudad recicla cruelmente maravillas de libros.







[FOTO: Bilbao, 8/07/2011, 13:05h]




Hay cosas inexplicables.



Edurne (Edi)

3 de julio de 2011

Carta a una Ola

Querida Ola,


Fue exactamente hace diez años. Día arriba, día abajo, pero qué importa. Diez años al fin y al cabo. Un hotel a pie de playa, un sol estupendo y el correspondiente calor andaluz de esta época del año. Más de 30 familiares, todos unidos para ver cómo uno de nosotros se unía en matrimonio a su novia de toda la vida.

Cuarto piso del hotel, extremo izquierdo de la fachada, exactamente la habitación 401. No puedo olvidar el número de la última habitación de un pasillo larguísimo por el que yo corría para ir a buscarte. Estabas sentada en la terraza, abanicándote como de costumbre. Nos mirabas desde esa ventana mientras nos bañábamos o tomábamos el sol, eras una pequeñita silueta en una fachada de un gran hotel.

Ese día el mar estaba enfurecido. Venían olas enormes que nos hacían tragar más agua de la deseada o incluso nos provocaba algún que otro revolcón. Nos pusimos todos de acuerdo, éramos más de 20 personas. Vino la siguiente ola, y cuando llegó a nosotros y fue a cortar, saltamos mirando hacia tu ventana y te saludamos con los dos brazos. Entonces te pusiste de pie, y nos saludaste a todos. Una gran masa de gente se ponía de acuerdo para saludar a una pequeña silueta que en realidad era de una persona muy grande.

Hoy, diez años más tarde, en una playa muy lejos de aquella, vino otra ola. Aunque esta vez no había 20 personas más conmigo. Pero yo salté. Y me volví hacia mi derecha para mirar a esa planta cuarta de un hotel que allí no había. Te busqué, busqué tu pequeña silueta para saludarte y que te pusieses de pie. No había hotel, no había nadie. Volví a saltar, con los brazos hacia arriba, una y otra vez.

Entonces vino otra ola. Y fue cuando te vi. Estabas en esa ola que va y viene, que te moja y te da un revolcón pero luego es con la que juegas y te diviertes. Estabas en esos rostros de mis amigos que me hacen feliz, en ese sol que me da calor. Estabas en ese horizonte al que debo mirar junto a esos pequeños detalles que sé que tú me envías para estar siempre conmigo.


Edurne (Edi).

29 de junio de 2011

Carta Desde Mi Atalaya

Querida Carta desde mi Atalaya,

¡Qué difícil se me hace hoy escribir! Desde mi atalaya, me encuentro rodeada de la primavera pujante. El estallido de la vida, que se renueva año tras año, hoy no me produce esa sensación de alegría, hoy no, hoy me siento extrañamente vacía, con la tristeza doliente que da la orfandad.

En estos días de Mayo, cuando Córdoba es una flor que perfuma el ambiente con su aroma, una MARGARITA con mayúsculas dejó de perfumar un hogar y dejó un numeroso grupo de retoños sin su color, sin su bondad, sin su serenidad, sin su humildad, sin su alegría, sin su amor. Su tallo se quebró y sus pétalos cayeron suavemente, lentamente, en un leve suspiro y sus retoños la despedían con la seguridad de que en las aguas de la fuente de la vida, seguirá dando vida.

Hoy, desde mi atalaya, me siento huérfana desolada.






Edurne (Edi)

15 de junio de 2011

Carta a Salou

Querido Salou,


Levantarse escuchando salsa.
Desayunar cola-cao sin disolver en leche fría.
Cebollas. Sólo diré eso.
Tostarnos todo el cuerpo al sol. Todo no, la papada no.
Gorr***.
Veladas en la terraza hasta altas horas.
Lesbianos que regalan entradas.
Ponerle acento catalán a todo.
Port Aventura.
Buscar camisas hawaianas.
Descubrir que las camisas hawaianas están pasadas de moda.
Ser engañados por un chuloplayas y tener que caminar media hora con las maletas.
Sangría.
Cerveza de mala calidad.
Saludar a David.
La Pineda.
Frases en el tren a las 9 de la mañana.
El abuelo Cebolleta.
Fotos después del Dragon Khan, Furius Baco, Caida Libre..
Fumar shisha de chocolate.
Vestir con bikini a todas horas.
Perseguir un peluche de Woody Woodpecker.
Estar tres horas en la cola de una atracción.
Hacer cola para entrar en el baño.
Apostar a quién le tocará bajar la basura. Y que siempre le toque a la misma.
Tickets y más tickets de bus.
Que nos confundan con alemanes o ingleses.
¡¡Wilmaaaaaaaaa!!
Seguir haciendo cola para las atracciones.
Bromear con que llegaremos con retraso en tren.
Llegar con retraso en tren.
Buscarle novio a la pequeña Lara.
Repartirnos a los demás hermanos.
Enviar sms de noche para que se callen los de la habitación de al lado.
Bailar salsa.
Pedir que nos bailen nuestro tango favorito. Y que nos lo bailen.
Olvidarnos la comida en la nevera.No bajar la basura.
Oir ruidos raros al lado mientras duermes.
Que haya más arena en el apartamento que en la propia playa.
Descubrir que el árabe es impronunciable.
Disfrutar de todo ésto con Álvaro, Aintzane y Nuha.
¡Y darles las gracias por ello!











¡¡¡¡¡¡GRANDE SALOU'11!!!!!!



Edurne (Edi)

10 de junio de 2011

Carta a las Estrellas

Queridas Estrellas,

Si alguien me pregunta cuándo fue la última vez que te vi, le contestaré que fue en un sueño, y que desde entonces sólo sueño para así estar contigo.

Sé que ese lugar en donde estás es el mejor lugar del mundo si tú estás en él.
Hoy las estrellas del cielo brillan por ti.

Feliz Santo Abuela.

Mi foto favorita, del día que nos conocimos. No me cansaré de darle cada noche un beso.

Edurne (Edi)

5 de junio de 2011

Carta a un Poema

Querido Poema,


El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.



Fernando Pessoa.


Edurne (Edi)

31 de mayo de 2011

Carta a un Precio

Querido Precio,

Hace días me preguntaban cuánto me habían costado mis zapatillas. Sí, llevo zapatillas de imitación y con cualquier billete me sobra dinero para comprarme otras. "Qué triste" pensó quien me lo preguntó. Las suyas sí son auténticas, y hacen falta más billetes para comprarse otras.

Aunque ese no es el precio. El precio de esas zapatillas es un maltrato, una vejación, una violación, una explotación infantil, una vida en un suburbio de un país que ni colocamos en el mapa, un abandono escolar, un secuestro, una enfermedad sin curación, un embarazo prematuro, una prostitución obligada, una adicción a drogas, un documental ignorado, una desnutrición, una orfandad, y un largo etcétera. Pero quién sabe, quizás le paguen 1€ al mes a ese niño que ha tenido que abandonar la infancia para hacerse hombre demasiado pronto.

Me quedo con mis zapatillas de imitación, a pesar de que se sigan pagando precios tan altos que no aparecen en ninguna etiqueta.


Edurne (Edi)

28 de mayo de 2011

Carta a mi Abuela

"Querida Abuela,

Cuenta una leyenda, que en un templo de Osaka hay un poema titulado pérdida, esculpido en la piedra. Tiene tres palabras, pero el poeta las ha tachado. No puedes leer pérdida, sólo sentirla. Puedo escribir esta noche una carta, y después otra, y otra más. Pero no puedo expresar qué siento ahora mismo, no me salen las palabras para esta última carta. Aunque en realidad, me gustaría decir de todo, o mejor, gritarlo. No encuentro palabras para decir algo que no sé muy bien qué es, no encuentro palabras que me calmen o me consuelen; creo que sencillamente no existen.

Pero hoy quiero decir algo, porque ya no puedo callarmelo más. Hoy quiero decir, que sin ti no sé decir. Suena a que no sé vivir, y a lo mejor es eso. A tu lado me siento fuerte, con ganas de hacer más, de ser más. A tu lado quiero vivir, quiero escribir, ir o venir. Pero sólo a tu lado. Es por ti que lucho por ser mejor nieta, mejor amiga, mejor persona; en definitiva, por ser la mejor. Incluso lo que escribo cobra sentido, aunque me cueste toda una vida escribir sobre ti en pasado.

Siempre he creído que cuando uno muere va a un lugar maravilloso en donde tiene la posibilidad de hacer todo aquello que en la vida anterior no pudo hacer, de decir o de escribir todo aquello que un día no escribió. Si existe esa vida, abuela, quiero vivirla a tu lado. Quiero que vuelvas a ser mi amiga, que seas mi hermana, mi hija, mi nieta, mi abuela, mi bisabuela... Pero sobre todo, si existe esa vida quiero volver a enamorarme de ti. Por mucho que lo intente y que diga todas las palabras que me sé, jamás podré decir todo lo que te quiero. No existen palabras para ello, porque madre sólo hay una, pero abuela no hay más que una también.

La última vez que estuve contigo veíamos juntas la noticia de un hombre que había logrado celebrar su 114º cumpleaños. Te pedí que estuvieses siempre conmigo, que las dos cumpliesemos todos esos años. Me lo prometiste, pero no lo has cumplido. Ahora creo, pero no admito, que no lo cumplirás nunca. Aunque sé que de algún modo encontraré la forma de estar contigo siempre, quizás entre páginas de algún libro o siempre que vea una margarita. Y es que prefiero un instante en un campo con una única margarita, que toda una vida llena de todo tipo de flores.

Si supiera cuándo y dónde volveré a verte, esta carta hubiese sido más tierna. Pero yo no vengo a despedirme, tú sabes que la distancia nunca ha sido el olvido entre nosotras. Y no lo será nunca.

¡Hasta pronto abuela! Nos vemos en la otra vida.

Edurne."




Y no, no pude leerte esta carta en tu funeral. No pude porque una gran parte de mí, casi más de lo que se ha quedado, se ha ido a ese lugar contigo.

Gracias a todos los que en estos días me habéis mostrado vuestro cariño y apoyo. Tengo a grandes personas a mi lado.






Edurne (Edi)




20 de mayo de 2011

Carta ...

¡¡¡HASTA PRONTO COMPAÑEROS!!!


Ésto no es un adiós. En unos días prometo volver con la carta más bonita que jamás se ha escrito.

Edurne (Edi)

9 de mayo de 2011

Carta a una Fábula

Querida Fábula,

Entre mis muchas metas y propósitos diarios (intentar no perder el autobús diario, mirar la cartelera esperando que vuelva Anatomía de Grey a las pantallas, rezar para que mi hermano no se haya comido todas las galletas de chocolate y desear que la profesora de RRII no venga hoy porque tiene gripe) se encuentra él mostrar al mundo mis pensamientos a partir de Éste mi blog.

Pero hoy no vengo para enseñaros nada escrito por mí. ¡NO! Ésto no es un plagio, echandome flores encima diré que nunca me ha hecho falta. Hoy, por aclamación de mi alumnado, voy a publicar una fábula de uno de mis pupilos. Oh sí, aprende de las grandes, no cabe duda.

Jimmy sentía ofensa ante la negativa de su profesora de francés (sabe más francés que ella, doy fe) por haber leído historias mediocres dejando una de las suyas de lado. Un consejo te diré jovencito: Los grandes maestros empiezan escribiendo algo que un día todo el mundo despreció. Pero ambos sabemos quién es Van Gogh, ilustre pintor que hizo falta que se le enterrase en una fosa común para que todo lo que él había pintado costase una fortuna y se hiciese un hueco en los grandes museos a nivel mundial. Así que espero y estoy segura, de que antes de que seas enterrado (no en una fosa común y por Dios, que sea dentro de muchos años) tus escritos se peleen en los escaparates mundiales y en las baldas de biblioteca. Se peleen con los míos, me refiero.

" Un buen día el buitre hizo un trato con el león.

- León, yo con mi vista aérea busco la presa perfecta, y tú que eres tan feroz la cazas. Una vez muerta, la repartimos.

El león pensó que el buitre no era un animal muy grande y se hartaría rápido, entonces él comería más y aceptó el reto. Su primera presa fue un ñu. El león la cazó, y como había pensado comió bastante. Pero al día siguiente fueron a cazar un elefante. En la batalla, el león cayó muerto y el buitre se lo comió.

Moraleja: A comida regalada pocos días le quedan. "

Autor: Jimmy Culé.

Contadores a cero, el tiempo ha comenzado. ¡Vamos compañeros! Debéis escribirle un comentario a mi querido Jimmy, es su debut personal, acordaos el día en el que debutasteis en algo y os comentaron lo buenos que érais y lo bien que lo habíais hecho.

Y Jimmy, como consejo te diré que en la profesión de escritor, la más larga porque uno nace y no e hace, debes admitir tanto las críticas como los consejos, aprender de ellos y proponerte mejorar. ¿Quién ha dicho que tu profesora ignoró tu escrito porque era el peor? ¿Quién ha dicho que su opinión es la única, verdadera y absoluta?

Querido discípulo de 4 días por semana, ¡estoy orgullosa de ti! Y ahora que sé que estás leyendo ésto, vete a estudiar y sácame un 10 en el examen de mañana. Sé que puedes y lo harás, pero queda muy profesional si lo escribo por aquí :)

¡Mañana te veo!

Edurne (Edi)

8 de mayo de 2011

Carta a un Relato

Querido Relato,

Cierro el movil, mientras frunzo el ceño. Decido apagarlo, hoy no es día para más malas noticias. Camino por esa calle, mientras la música de mis cascos me evita escuchar el ruido de la calle, el ruido de las personas, el ruido de la vida. A mi alrededor los pájaros vuelan, los niños meriendan, los bicicletas circulan, los relojes avanzan. Yo sigo caminando, cruzo el semáforo, después subo las escaleras, luego la plaza. Vienes de frente, pero aún no me has visto. Me bloqueo, doy un paso más lento que los demás. Luego sigo caminando, no hay vuelta atrás. Estamos unas cincuenta personas caminando en la calle, pero me ves, soy una entre media centena. No dejas de mirarme, desvías tus pasos hacia mí. Nos quedamos el uno frente al otro, mirándonos. No sabemos qué decir, sobran las palabras, nos diríamos de todo. Me das dos besos, uno casi roza mis labios, eso me provoca dolor de estómago. Tu vida va bien, primero vino el máster seguido del doctorado, y después el matrimonio seguido de un hijo. Mi vida también, me gradué y ahora es a otro hombre a quien le hago el amor cada noche. Ese café, que lleva caducandose años, el que tenemos que tomarnos algún día. Algún día. Te alegras por mi vida, yo por la tuya. Mucha suerte, cuidate, y hasta pronto. Te veo marchar a esa cama con esa mujer, a acunar a ese bebé. Tardé, tardé en graduarme, no te ibas de mi cabeza. Aún sigues en ella. Incluso cuando otros hombres ocupan mi cama, tú sigues en mi mente. ´

Edurne (Edi)

4 de mayo de 2011

Carta a un Cuento Sufí

Querido Cuento Sufí,

Una mañana llegó a las puertas de la ciudad un mercader árabe y allí se encontró con un pordiosero medio muerto de hambre. Sintió pena por él y le socorrió dándole dos monedas de cobre. Horas más tarde, los dos hombres volvieron a coincidir cerca del mercado:

¿Qué has hecho con las dos monedas que te he dado?- preguntó el mercader.

-Con una de ellas me he comprado pan, para tener DE QUE VIVIR, con la otra me he comprado una rosa, para tener POR QUÉ VIVIR.


Edurne (Edi).

30 de abril de 2011

Cartas a una Distancia

Querida Distancia

Muchas veces nos creemos que estamos sólos en una situación. Es entonces cuando ya asumes que siempre te acompañará esa soledad, que encuentras a alguien que está en su mundo con una soledad igual que la tuya. Dos soledades unidas no están sólas, ya no se llama soledad.

Esas dos personas compartiendo soledad se sienten en acompañadas para siempre. No hacen falta palabras, están las miradas. Aquí o allí, aunque se alejen, siempre estará en mente que en las peores situaciones, uno nunca ha estado sólo.

Me alegro de haberte encontrado. Gracias por saber lo que siento y haber estado conmigo cuando me creía sóla. A pesar de que hubiese una enorme distancia de por medio.

A veces el viaje más largo es la distancia entre dos personas.

Edurne (Edi)

14 de abril de 2011

Carta Sin Palabras

Querida Carta Sin Palabras,

Si tú te vas, yo me voy contigo.


No tengo nada más que decir.

Edurne (Edi)

10 de abril de 2011

Carta a una Imagen

Querida Imagen,

Desde hace varias horas tengo ganas de dedicarle una carta a un limón. Sí, un limón. Esa imagen ha venido a mi cabeza hace horas y sentía la enorme necesidad de abrir mi blog y publicar esta imagen.



Últimamente mi inspiración está un tanto ausente. Creo que el cansancio que acumula mi persona provoca un cansancio aún mayor en mi inspiración como escritora. No es que mi vocación se haya visto vapuleada ni nada semejante, únicamente necesito de imagenes que aparecen en mi cabeza de forma espontánea para encontrar una excusa y escribir.

Atrás han quedado los días en los que leía, más o menos, un libro diario. Unas páginas por aquí, otras por allá, otro poquito por aquí... y me devoraba el libro. Fue empezar la universidad y como por arte de magia dejar de leer todo lo que me gustaría. Pero la vida no es lo suficientemente larga como para leer todo lo que a una le gustaría. Hay que aprender a convivir con ello.

Los ratos que dedicaba a la lectura ahora los dedico a ayudar a las mentes del mañana con sus estudios. Maldita Generación Sí- Sí (Sí estudio y Sí trabajo). Para que luego se diga que hoy en día los jóvenes ni estudiamos ni trabajamos. En ocasiones este oficio hace que surjan inspiraciones cuanto menos terribles y tenebrosas; llegando incluso a recordarme a los relatos de Edgar Allan Poe. Pero no hay tiempo ni lugar para ello, ahora todo está siendo dedicado a una gran cambio que se avecina próximamente.

Edurne (Edi)

4 de abril de 2011

Carta a una Inspiración,

Querida Inspiración,

Cuando sé que voy a ganar dinero con lo que escribo, mi inspiración desaparece. Siempre me pasa.

Edurne (Edi)

Txori bati guttuna

Txori Maitia,

Hegoak ebaki banizkio neria izango zen, ez zuen alde egingo.
Bainan honela ez zen gehiago txoria izando.
Eta nik txoria maite nuen.




Edurne (Edi)

29 de marzo de 2011

Carta a una Risa

Querida Risa,

Manchas de tinte en una oreja, cremalleras que se atascan en el momento más inapropiado, carreras sobre tacones para coger un autobús, lentejas para comer, felicitaciones de cumpleaños en fechas incorrectas, preguntas sexuales sin capacidad de respuesta, tropezones tontos...

Sólo son unas de las pocas situaciones por las que llevo riéndome desde ayer. Han sido un par de días en donde sin duda me he reído a lo grande. Venía con la disposición de escribir un poco acerca de la suerte que tenemos las mujeres que nacemos en países como el nuestro y no tener que ser víctimas ablaciones o de matrimonio por castas, o incluso de no ser sentenciadas a morir cuando se descubre que somos niñas.

¿Y por qué no? Yo os lo cuento. Os cuento que por azar nací en este país, pero había un 99% de posibilidades de que no hubiese sucedido así. Tal vez me hubiesen abandonado a la suerte de dios en un orfanato, que con suerte alguna pareja occidental con un corazón más grande que su propio pecho hubiesen ido a por mí para adoptarme y darme una vida mejor. Siempre contando con esa oportunidad, porque de no ser así me habrían abortado o matado al descubrirse que era una niña. O quién sabe, podría haber sido víctima de una ablación. Sin mencionar, que alguien podría haber decidido mi matrimonio y mi vida futura por pertenecer a una determinada casta. Creo que a eso lo llaman religión o cultura, o cultura religiosa... Qué importa.

Claro que no importa. A nadie le importa lo que yo escriba aquí. La mayoría pasaréis, lo leeréis, opinaréis, algunos hasta reflexionaréis, y cerrareis mi blog. Al mundo no le importa lo que yo escribo. Como parece ser que no importa lo que ocurre en los lugares más desfavorecidos. Sí lectores, notad mi enfado, notadlo.

También os cuento por qué. Si en entradas anteriores pronunciaba que no quiero un mundo como el que tenemos, hoy afirmo que no quiero vivir más en un mundo así. Hace unos minutos, cuando me disponía a escribir esta entrada, he visto una imagen que me ha roto en pedazos. Un niño yemení, de unos 8 años de edad, cubierto de sangre, abrazando a su madre que llora desconsolada porque su hijo ha sido herido a causa de las revueltas que estos días ocurren en su país. Segundos más tarde, el niño moría. Llega una imagen entre millones, la vemos, sentimos pena, juramos en otro idioma y nos preguntamos el por qué de estas situaciones.

Pero nadie se mueve, o perdón, pocos lo hacen. Me da rabia, estar aquí sentada y saber que medio Japón está muerto o desaparecido; como también me da rabia que el mundo árabe esté ardiendo a la vuelta de la esquina. O que niñas de oriente estén siendo abandonadas o maltratadas ahora mismo. O que en el tiempo en el que yo he escrito esta entrada haya habido niños que se hayan muerto por hambre, mientras muy cerca de ellos sus vecinos o los líderes hayan cenado con gula más de lo que necesitaban.

Y yo me siento culpable al escribir ésto en un buen lugar mientras ceno un sandwich que casi seguro me va a sentar mal. Se me llenan los ojos de lágrimas por saber que la vida es así y por saber que si existe algo al alcance de mi mano para que yo haga, es únicamente lo que está alrededor de mí en mi día a día.

Como ya decía antes, al mundo no le interesa todo ésto. Quizás alguno cuando ha leído ésto ha pensado: "Ah, ¿pero en Yemen siguen las revueltas?" Pues sí, Yemen es un país de este mundo y sí, existen las revueltas. Ésto se lo dedico en especial a quienes trabajan en los telediarios y creen que la noticia de que los ojos violetas más bonitos del mundo se han cerrado para siempre es más importante que los seres humanos que están muriendo ahora mismo en Japón, Libia, Yemen, Bahrein, y sabe Dios dónde más. Lo siento, pero no quiero vivir en un lugar así.

Ahora terminaré mi sandwich, publicaré esta entrada y pasaré a otra cosa como si nada sucediese, ajena a que a menos de 1000km de aquí se están muriendo de hambre y guerras. Ésto os prometo, no me produce risa.

Que se pare el mundo. Yo me bajo.

Edurne (Edi)

20 de marzo de 2011

Carta a un Recuerdo

Querido Recuerdo,

¿Nunca habéis echado de menos a alguien a quien nunca conocisteis?
A menudo miro fotos, y me pregunto por qué la tecnología no corrió hace unos años y no nos sacamos más fotos. O mejor dicho, por qué no nos sacamos nunca una foto.

Miro tus fotos, y te echo de menos. Yo no era más que un gorgojo que no levantaba un metro del suelo cuando te fuiste. A medida que pasan los años, los recuerdos que tengo de ti son más vagos. Casi nulos. Creo que lo poco que recuerdo ahora mismo es obra de mi imaginación, de lo que todos me cuentan, de las fotos que veo. Reconstruyo todo eso en mi mente, y creo una historia. Pero no me engaño, no recuerdo casi nada de ti. Pero esos pocos recuerdos, he intentado reforzarlos siempre, para no olvidarlos nunca.

Ésta es mi entrada número 300 de este post. Nunca te había presentado en Cartas a Los Míos. Pero hoy quería mencionarte, a ti, de quien he heredado el talento de escribir. Hoy, después de 14 años sin verte, te echo de menos. Pero más de menos te voy a echar para lo que va a venir a partir de ahora. Necesito tu ayuda para lo que voy a escribir, para lo que voy a escribirte. Juntos haremos lo que mejor se nos da hacer. Nunca había sentido un impulso tan grande a escribir algo como este proyecto que se me ocurrió hace unos días. Sé que desde donde estés me ayudarás, y también sé que te encantará, y te sentirás orgulloso. He heredado el mejor talento que podía haber heredado.

A ti te lo debo. Te debo lo que voy a escribir. ¡Gracias!
Y no puedo poner fotos, porque nunca las hubo. Pero me quedo con los mejores recuerdos, pocos, pero los mejores.

Edurne (Edi)

16 de marzo de 2011

Carta a un Diálogo

Querido Diálogo,

- Muchas veces solo quiero saber de mí mismo, pasear bajo un cielo lleno de estrellas, oir solo el viento. Y cuando hablo hacerlo con mi verdadera voz. ¿Tú crees que hablas con tu voz?

- No lo sé. ¿Cómo se sabe?

- Al hablar no oyes otras palabras en tu cabeza. Dices lo que quieres decir, y no cosas que no te importan.

- ¿Eres sincero contigo mismo?

- No muy a menudo. En este momento sí.


Edurne (Edi)

10 de marzo de 2011

Carta a un doble cumpleaños

Querido Doble Cumpleaños,

Gracias por haberme hecho sentir hoy vieja, porque hoy hace cinco años que existes. Y tu madre... hoy... también hace.. unos cuantos años más que existe...

¡¡Felicidades!!







Sé que son fotos algo viejas, pero son las que más me gustan.

Espero poder, algún año, tiraros de las orejas.

Edurne (Edi)

7 de marzo de 2011

Carta a las Mujeres

Queridas Mujeres,

Intenté cerrar Cartasalosmíos temporalmente, al menos hasta este miércoles. Pero mi entrada no se publicaba, y tras una hora esperando a que se publicase, lo di por perdido. Creo que hay mucha fuerza en este blog como para cerrarlo.

Lo admito, lo tenía abandonado. Pero bien saben hasta los sapos que si no escribo es porque no tengo tiempo, no por no tener ideas que afortunadamente eso nunca falta. No me fui a la búsqueda de un mundo mejor, como me quejaba en la anterior entrada.

En esta semana larga de ausencia, he sacado lo siguiente en clave:

- No me gustan los "go-getter", que en román paladino son quienes pisan al resto para conseguir sus objetivos.
- Tampoco me gustan los que tienen una sonrisa brillante y amplia a todas horas para conseguir sus intereses y aprovecharse del resto.
- Nunca se está solo en la vida. Cuando crees que alrededor de ti sólo hay personas como las de los puntos anteriores, agacha un poco la cabeza y mira, hay mejores personas más cerca de ti que merecen la pena.
- Cuidad las teclas de vuestro ordenador u os saldrá la faena por un ojo de la cara. O por los dos. Actualmente escribo sin tecla D (cada vez que la necesito, copio y pego).
- No, el mundo no es un lugar mejor desde la última entrada.


Mañana es el Día de la Mujer. No sé si es o no, mi madre me lo ha dicho hace un rato y aprovechando he pensado en compartir con mis lectores este video.



Perdonad mi ausencia, ando preparando la conferencia que daré el miércoles en la universidad.
Sí sí, como lo leéis. Pero para más detalles................

....... continuará...........


Edurne (Edi)

23 de febrero de 2011

Carta a un Mundo

Querido Mundo,

Dos mujeres mueren a manos de sus maridos. Y otras tantas que no salen en las noticias pero que estarán siendo maltratadas mientras yo escribo esta carta.

Nueva Zelanda tiembla, se caen sus edificios y sus ciudadanos mueren atrapados entre los escombros.
Mientras, el mundo árabe arde a la vuelta de la esquina.

Que Allah esté con ellos.


¿Pero qué le está pasando al mundo?

Yo no quiero un mundo así.


Edurne (Edi)

19 de febrero de 2011

Carta a un Viaje

Querido Viaje,

Te miro y me pregunto dónde estás mientras miras al frente. Sentado a mi lado, miras a un punto en concreto y sé que has emprendido un viaje eterno. No entiendo dónde has ido, en qué pensarás, a qué mundo habrás viajado. Sé que estés donde estés, estás más cerca de lo que nos iremos tú y yo cuando nos levantemos de aquí. Cogeremos aviones distintos hacia lugares distintos. A empezar una nueva vida, o una vida diferente al menos. Nosotros, los de entonces, no seremos los mismos. Mírame, aunque sé que no lo harás. No mientras yo te esté mirando. Me mirarás cuando yo baje la mirada y decida centrarme en lo que tengo de frente, entonces cuando creas que no me doy cuenta, me mirarás. Si alguna vez me ves por ahí, invítame un café, y después haz lo que quieras conmigo. Aunque ahora es suficiente con mirarte, con tenerte a mi lado y jugando con nuestras piernas a rozarse como si casualidad fuese. Pero qué lejos estás...

***

No, no dejes de mirarme. Crees que no te miro y sin embargo observo cada uno de tus movimientos. Será normal enfadarse y echarse de menos. Los dos sabemos que ese día llegará. Dos aviones separarán dos destinos y éste 'algo' que hay entre nosotros. Dos aviones romperán un nosotros. Aquí te tengo sentada a mi lado, quisiera saber cuándo será la próxima vez que te tenga a mi lado. Cuando te miro, respiras más deprisa. Si tú respiras, yo respiro. Hasta que tu pierna se toca con la mía, entonces mi respiración se corta. Sabes que el día que echarnos de menos duela llegará. No te enfades. Los dos sabemos que llegará ese día. Mientras tanto, mirémonos, hagámoslo mientras el otro crea que no se está dando cuenta. Y si un día nos encontramos, entonces mírame a los ojos. Ya no será necesario hacerlo de forma discreta, no harán falta discrecciones. Estarás cerca. Al igual que ahora. Estás tan cerca...



Edurne (Edi)

14 de febrero de 2011

Carta con un Repelús

Querido Repelús,

Sabe Dios el repelús que me entra con los días señalados, como el de hoy. Grandes Almacenes inventó un día para que todas aquellas parejas compren sendos regalos tales como flores o bombones, y demuestren así que quieren al contrario. Quienes no lo hagan estarán tachados de irromanticos e insensibles. No es que esté en contra de este día porque no tengo a nadie a quien regalar o que me regale flores o bombones, o al menos en lo que llevo de día nadie se ha pronunciado. Creo que si hay que demostrar amor y ser detallista, hay 365 días (en ocasiones 366) para demostrarlo.

***

Te dejé ir. Y por qué narices lo hice, me pregunto yo. Pude haber recorrido hacia atrás los pasos que anduve mientras me alejaba, y sin embargo preferí no mirar atrás y controlar mi impulso. Así, sin darme cuenta, te fuiste. Aún hoy pienso que mi móvil sonará o que un día llamarás a mi puerta y abriré y te encontraré de frente, aunque sé de sobra que nada de eso ocurrirá jamás.

Pero hoy, tengo ganas de levantarme. Si hoy no puedo respirar no es porque tú te hayas llevado mi aliento, y si mi temperatura es bastante elevada hoy, tú no tienes nada que ver. Sí, es cierto, te echo de menos. Miro a cada rincón de mi vida, de mi día a día, y te veo ahí. Te veo en cada cosa, en cada ropa, en cada risa, en cada sol o lluvia. Aún creo que cuando me pasa algo divertido luego reirás conmigo al contartelo, o que cada problema tendrá su solución cuando te lo cuente.

Cuando pienso en ti, me siento más fuerte, más decidida, más acertada. Incluso lo que escribo cobra sentido. Aún en la distancia, eres parte de mí. Me gusta saber que estás bien, me gusta saber que eres feliz y que todo te sonríe. En definitiva, me gusta saber que existes.

Lo malo de cuando conoces a alguien, es que un día toca decir adiós para siempre. Puede que la clave esté en que jamás te conocí del todo, jamás conocí tu persona todo lo que se podía conocer. Por eso, jamás nos tocará despedirnos; porque en cada palabra o cada mirada, nos estaremos conociendo un poco más. Y ese conocernos, nunca tendrá fin.

Edurne (Edi)

12 de febrero de 2011

Carta a un catálogo

Querido Catálogo,

Pues será que me he vuelto loca.

Fue un día duro, el de hace unos días me refiero. Duro no es la palabra, fue, difícil. Volvía de clase, y pensaba en lo más relevante que había ocurrido durante ese día. Nadie recuerda los momentos irrelevantes.

No lo entiendo, entre esos recuerdos estaba esa chica. Esa a la que juega cada mañana a pasar su catálogo para elegir ropa. No sólo eso, pasa catálogo para elegir el coche en el que le llevará su chófer a clase. O es probable que pase catálogo para elegir set de maquillaje o peinado. Pasa cátalogo para decidir lugares afrodisíacos o países lejanos con capitales que ni sabía que existían para ir en las próximas vacaciones. Y pasará las hojas del catálogo del caro restaurante al que ir a comer cada día. Quizás ella misma sea parte de un catálogo de alguien que la quiera para una hora en cualquier hotel de media estrella.

Y mirando por la ventana del autobús, ese incómodo cachibache que me lleva y me trae cada día a clase, superando atascos y accidentes, compañeros de asiento gordos y grandes que hacen que me clave en los costados el marco de la ventana, que roncan o huelen mal, que me obligan a llevar la chaqueta puesta por falta de espacio para quitármela, y mi mochila en mis rodillas; pensé. Pensé en cuánto tiempo hace que me pongo ese jersey beige para ir a clase, en por qué no busco una tarde y me compro unas botas que conjunten y no se estén rompiendo como las mías. Pensé en por qué no le dedico tiempo a mi escaso pelo en hacerme un peinado decente y diferente. También pensé en cuándo iré a a ver a mis sobrinos, a mi abuela, a mi hermana, a mis primos, a tantos... El lugar para verles no es tan elegible. Para comer, bocadillos de tortilla de ayer de la cafetería de la uni.

Continué pensando. Yo no tengo ningún catálogo dónde elegir. Porque qué importa en qué medio ir a clase lo que importa es que voy a clase, y qué importa cuánto tiempo tiene mi jersey beige si con él y con mis botas he recorrido medio mundo y he pasado mil aventuras llevándolos. Mi pelo, el de siempre, el natural, y mi cara, la de siempre también, nada de maquillaje barato que me haga parecer acartonada. Y no importa el lugar en el que vea a mi familia y amigos, mientras les vea. Los bocadillos, siempre bien acompañados.

Bueno, lo admito. Sí tengo un catálogo. Tengo un catálogo enorme, lleno de momentos, risas, fotos, bromas, compañeros, amigos... y os aseguro, que es realmente difícil quedarme con uno sólo. Me pregunto si quien tiene más de uno, tiene uno como el mío.

Será que me he vuelto loca.

Pero ni necesito ni quiero más catálogos.
¡Con él soy feliz!

Edurne (Edi)


[FOTO]: Algunos de esos momentos del catálogo, de ayer concretamente. Encontradme, como a Wally.






4 de febrero de 2011

Carta a 1/5

Querido 1/5,

Nunca estuve ahí. Pero bien sabéis vosotros, compañeros, que aunque hubiese estado yo jamás contaría las cosas como realmente ocurrieron. Contaré lo que recuerdo dándole la magia que solo yo sé darle.

Era el 4 de Febrero de 1991 las 22'00h de la noche, y mientras mi madre partía patatas en el pasillo de casa, un líquido le recorrió las piernas hacia abajo. Había roto aguas. Corriendo hacia la clínica en coche. Mi padre entró y le dijo a la chica de recepción una frase que le perseguirá toda su vida: "Creo que mi mujer está de parto". ¿CREO? ¡Pero si se veía mi cabecita! Momentos después, vine al mundo.

Sí compañeros, sí. Hoy el mundo celebra que hace 20 años comenzó mi existencia. Anoche fue raro acostarme sabiendo que cuando despertase tendría un año más. Aunque teóricamente, ¡aún me queda hora y media!

Algunos agradecen cada día lo que ocurrió hace 20 años, agradecen que yo esté en este mundo. Otros en cambio juran por mi existencia, pero qué le vamos a hacer, todos necesitamos enemigos para poder apreciar, si cabe, más a los amigos.

La primera en felicitar.... ¡Libe! Por mensaje al móvil, y por red social... ¡Denisse! Desde Suecia concretamente. Mis orejas.... puess.... ya estaba Victor para machacármelas, siempre tan fino y delicado él. SMS, mensajes en redes sociales... ¡¡de todo tipo de felicitaciones!! Ha sido un día MUY grande. Aún estoy a la espera de una llamada procedente de Los Ángeles, espero que cuando suceda no se me haya acabado la batería del móvil, tanto mirar a ver si tengo algo nuevo se me está gastando. Atención a la felicitación más sorprendente: ¡la de Evax! Sí sí, la de las compresas. En fin.


Es cierto que está siendo un cumple genial, se han acordado muchas personas, algunas sé que lo harán en lo que queda hasta que acabe el día. Aunque echo de menos una felicitación, de alguien que sé que jamás me volverá a felicitar por mi cumpleños, ni cuando apruebe mi doctorado, ni cuando me case, ni cuando sea madre, ni... Simplemente porque hace ya unos pocos meses que se fue. Ya no llegaré de clase a la hora de comer y mi madre no me dirá "Ha llamado tu abuela, pero estabas en clase, llámale tú."


¿Hacer un resumen de mis últimos años de vida? Para eso existe mi blog, en donde en la medida de lo posible he contado 1/5 de mi vida. ¡Ah! Es que quiero decir que he vivido 100 años, es un número muy cortito al pronunciar.



Edurne (Edi)


PD: La foto es mi propia ecografía cuando yo era un feto.
PD: Os cuento un secreto: Hoy me he dormido por primera vez en el autobús de vuelta de la uni. Ya durmiendo por los rincones, la edad...

29 de enero de 2011

Carta a un Hermoso Lugar

Querido Hermoso Lugar,

Y qué hermoso el lugar que ocupa una especie de amor encima de otra, o debajo, o qué sé yo, o qué me dice la vida, o qué no me cuenta, o qué me dice el enorme sentido del deber, y te quiero, y no te quiero, y te echo de menos, y quiero follar contigo, pero sólo por tocar mi barriga desnuda con la tuya, y también te quiero a ti, y sé que también soy única, y no te muevas ahora, y así está bien, pero entonces es cuando empieza a sonar la jodida canción, ya sabes, la de lo siento pero no te quiero, pero la más terrible es la otra, la que dice que sí te quiero, por qué me tengo que sentir tan mal escuchándola, y qué más da lo demás... Y la vida es una mierda que se enreda en la suela de tus zapatos.




Edurne (Edi)

23 de enero de 2011

Carta a un mini-relato

Querido Mini-Relato,

Elena jamás buscó. No necesitó. Ella era su vida. Teté. Una muñeca de porcelana. Elena podía pasar horas con Teté. Peinándola, cambiandole la ropa, pintándola. Pero quien dice horas, dice días y dice años. Un enorme vacío, blanco o negro, existía si Teté no estaba con ella. Teté era sonrisa, era aventuras, era soledad y a la vez compañía, era de noche, de día. Ella era todo, era vida.

Incontables eran las horas que podía pasar Elena sentada en el suelo jugando con Teté. Ni los relojes poseían horas para contar ese tiempo, que poco a poco dejó de correr para convertirse en algo ya recorrido. Elena vivía sentada en el suelo, con Teté entre sus manos, situada entre altas montañas.

Ana se las encontró en su camino. Las observó jugar, pero no las comprendió. Entonces siguió su escalada hacia lo más alto de una montaña. Sara tropezó con ellas en su camino hacia la montaña, pero apenas sí volvió la cara para ver si estaban bien. Sabía que las había herido del golpe, pero detenerse para comprobar su bienestar le retrasaría en su exitoso camino hacia la cumbre. Alberto les pisó, y les hizo daño. No vio a Elena y su muñeca Teté, eran demasiado pequeñas en el suelo comparado con las altas montañas que había cerca para ser escarpadas.

Y allí abajo, permaneció Elena, dolorida por quienes la golpearon camino al éxito, sin importarles ni entender la felicidad de quien encontraba su mundo en una muñeca llamada Teté. Quizás, después de todo, en la cumbre de una montaña no existía el éxito ni la felicidad que Elena encontraba allí abajo.


Edurne (Edi)

19 de enero de 2011

Carta a ...

Queridos ...,

... ir de picnic, dormir la siesta a la orilla de un río, comer melocotones, gambas, cruasanes, arroz pegajoso, nadar, bailar, comprarme zapatos, ropa interior, perfume, leer el periódico, mirar escaparates, coger el metro, estar pendiente de la hora que es, empujarte cuando ocupas todo el sitio, vender la ropa, ir a la ópera, a Beirut, a Viena, de compras, al supermercado, hacer barbacoas, refunfuñar porque se te ha olvidado el carbón, lavarme los dientes al mismo tiempo que tú, cortar el césped, leer el periódico por encima de tu hombro, no dejarte comer demasiados cacahuetes, visitar las bodegas del Loira, y las de Hunter Valley, hacer el tonto, cotorrear, presentarte a Marta y Tino, coger moras, cocinar, volver a Vietnam, llevar un sari, cuidar el jardín, despertarte otra vez porque roncas, ir al zoo, al mercadillo, a París, a Londres, a Melrose, a Picadilly, cantar canciones, dejar de fumar, comprar vajillas, tonterías, cosas que no sirven de nada, tomar helados, mirar a la gente, ganarte al ajedrez, escuchar jazz, reggae, bailar el mambo y el chachachá, aburrirme, ponerme caprichosa, estar de morror, reir, camelarte, buscar una casa con vistas a las vacas, llenar hasta rebosar carritos del supermercado, volver a pintar un techo, coser cortinas, pasar horas y horas en la sobremesa hablando con gente interesante, encandilarte, cortarte el pelo, arrancar las malas hierbas, lavar el coche, ver el mar, ver bodrios de pelis, volverte a llamar, cantarte las cuarenta, aprender a coser, hacerte una bufanda, deshacerte ese horror, recoger gatos abanodonados, perros, loros, elefantes, alquilar bicicletas, no utilizarlas, quedarnos en una hamaca, releer viejos tebeos de mi abuela, volver a ver los vestidos elegantes de las revistas, beber margaritas a la sombra, hacer trampas, aprender a planchar, tirar la plancha por la ventana, cantar bajo la lluvia, huir de los turistas, enborracharme, decirte toda la verdad, recordar que no es bueno decir toda la verdad, escucharte, darte la mano, recuperar la plancha, escuchar las letras de las canciones, poner el despertador, olvidarnos las maletas, instalarme para siempre en algún lugar bajar la basura, preguntarte si todavía me quieres, hablar con la vecina, contarte mi infancia, las sortijas de mi niñera, el olor a henna y las bolitas de ambar, hacer barquitos, etiquetas para los tarros de mermelada...




Y esa es sólo una pequeña lista de las cosas que sé que jamás haremos ni compartiremos juntos.


Edurne (Edi)

9 de enero de 2011

Carta a una Explicación

Querida Explicación,

No sé qué hago dándola, pero la voy a dar.

Cuando alguien comenta en mi blog, por defecto los comentarios pasan a ser procesados por la dueña de este blog (es decir, yo misma) y pasan a mi aprobación. Si los apruebo, paso a comentarlos. Si no, no. Sin embargo, esos mismos comentarios llegan a la bandeja de entrada de mi correo, por lo que siempre los leo desde allí y cuando me decido a escribir de nuevo una entrada, abro mi blog y publico de una vez los últimos comentarios recibidos y que se han quedado pendientes.

Resulta, que desde ayer un anónimo me comenta en el blog bajo como ya he dicho, su nombre en anónimo. Leí sus comentarios en mi bandeja de correo, discrepé con su crítica de que no se me da bien la ortografía, pero como a palabras necias oidos sordos, olvidé el comentario y lo dejé en pendiente hasta tener algo que escribir en una nueva entrada y publicarlos.

Pues bien, ese anónimo vuelve a pronunciarse hoy para llamarme "cobarde" por no publicar los comentarios que no me gustan. Pues bien, tengo dos cosas que decir:
  1. Cobarde tú. Por comentar en anónimo.
  2. En este blog se publica lo que YO quiero, si no te gusta, nadie te obliga a leerme.

Además, las direcciones IP se quedan grabadas, y por tu forma de escribir, sé de lejos quién eres.

No tengo más qué decir.

Edurne (Edi)

8 de enero de 2011

Carta a un Libro

Querido Libro,

Si algún día escribo mi vida en un libro, será en uno como éste.




Edurne (Edi)

6 de enero de 2011

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos,

Después de estudiar y terminar trabajos de última hora, como siempre, a última hora, decido reflexionar sobre mi anterior entrada. Ese YO tan perdido, ahí en medio de una entrada, como si yo misma fuese el centro de algún lugar o rincón. Entonces decido cerrar la puerta de mi habitación, y justificar a ese YO. Justificarme. Justificar que hoy, 6 de enero, no he escrito la carta a los Reyes Magos. Las visitas habrán subido en mi blog esperando leer mi carta a los Reyes Magos, viendo cómo pido paz en el mundo, salud y amor para los míos, y pido por Claudia.

Pero no. No tengo la memoria de Forrest Gump para acordarme del primer par de zapatos que calcé. Por eso no recuerdo ni mis primeros zapatos ni la primera carta a los Reyes Magos, ni tan siquiera la última. ¿Será que a estos señores jamás les escribí nada?

Mientras hoy desayunaba-comía, decidí poner la caja tonta para no escuchar el horrible silencio que hay en mi casa estos días. Silencio porque mis padres, están ya lejos, y mi hermano vive en su hábitat desde hace tiempo también. Tras dar un paseo por varios canales de televisión (no por todos, aún debería descubrir cuantos canales tiene una televisión normal) sólo veía dos tipos de cosas.

1- Niños festejando la llegada de los Reyes Magos con los numerosos juguetes y más juguetes que les han traído sus magestades esta noche.
2- Tontainas de medio pelo echándose champán por la cabeza porque han ganado una suma prohibitiva de dinero.

Sin embargo, en ningún canal decían que hoy, ahora mismo, justo ahorita mismito, mientras yo escribo ésto, varios niños han muerto de hambre en algún lugar del planeta, quizás sin ni siquiera haber visto un juguete en su vida. Y eso sin que haya ni 1000km desde donde yo estoy ahora mismo. Pero es el tema de siempre, así que quienes piensan en cerrar mi blog para no leer lo mismo de siempre, les aconsejo seguir leyendome un poco. Eso si no han cerrado ya directamente. Ésto nunca ha sido un blog normal, no lo va a ser hoy, así que no trataré un tema normal, todos lo sabemos y todos (o yo al menos) nos sentimos culpables de ello por estar sin hacer nada.

A veces en este blog trato de escribir, vivencias, experiencias, pensamientos, reflexiones, otras veces literatura. Quizás sea ahí donde la literatura se haga más real sea donde esté escribiendo la propia vida.

Si escribí ese YO ahí en medio, tan solito, sin tan siquiera firmar, era porque me he dado cuenta de cómo han cambiado las navidades. De pequeña soñaba con esos regalos, esa fantasía, ese ver a la familia. Mis tíos, esos que poco a poco dejaban de molar y se iban haciendo viejos, y lo mejor de todo es que me daba cuenta de cómo envejecían con los años. Mis primos, los mayores cada vez más mayores, como todos. A algunos el cumplir años les convertía en personas con experiencias y ganas de gastar bromas. A otros les sentaba mal, decidían aparcar los juegos y las bromas y sentarse en la mesa de "los mayores", con los tíos me refiero. Los pequeños, cada vez crecían más y mis habilidades para abusar de su desconocimiento en todo eran menores. Las abuelas, siempre iguales, quizás quienes menos se transformaban con el paso de los años. O así quería verlas yo. Y mi infancia, esa que dejé en aquel piso viejo de Madrid...

Y no es que el adjetivo "familiar" sea el que mejor califique a mi persona, pero les echo de menos. Ahora todas las fotos, besos y sonrisas se han convertido en un "Feliz Navidad" a través de las redes sociales. Eso las que han llegado a existir en verdad, porque me sobran dedos de una sola mano para contarlas. Este año empezó de un modo extraño, y ha acabado de un modo más extraño aún. Ayer era la cabalgata de Reyes. Sabía que mi tía y mis primos de 1 y 4 años irían a la cabalgata. Por cosas de la vida, ese casual encuentro era el único en el que les podía haber visto. Quería ser la prima guay que salta y roba 300 caramelos para sus primos pequeños que con suerte levantan un metro del suelo. Pero no. Todo se quedó en mis ganas, la gripe no me lo permitía. Otra vez será. Ya ni como prima mayor funciono. No me gustan las navidades, ¿os lo había dicho? O al menos estas navidades.

Pero en cambio, hoy tengo ganas de levantarme. Sin reyes, sin padres, sin primos, sin abuelas, sin nadie a quien felicitar ni regalar nada, sin árbol que decorar para poner regalos. Hay vida después de la navidad, y también durante.

Si este año no vuelvo a casa por navidad, como el turrón del almendro... me quedaré aquí, como una tableta de chocolate.

Que eso es lo que soy.


Edurne (Edi)

Carta a la Soledad Absoluta














YO