8 de mayo de 2011

Carta a un Relato

Querido Relato,

Cierro el movil, mientras frunzo el ceño. Decido apagarlo, hoy no es día para más malas noticias. Camino por esa calle, mientras la música de mis cascos me evita escuchar el ruido de la calle, el ruido de las personas, el ruido de la vida. A mi alrededor los pájaros vuelan, los niños meriendan, los bicicletas circulan, los relojes avanzan. Yo sigo caminando, cruzo el semáforo, después subo las escaleras, luego la plaza. Vienes de frente, pero aún no me has visto. Me bloqueo, doy un paso más lento que los demás. Luego sigo caminando, no hay vuelta atrás. Estamos unas cincuenta personas caminando en la calle, pero me ves, soy una entre media centena. No dejas de mirarme, desvías tus pasos hacia mí. Nos quedamos el uno frente al otro, mirándonos. No sabemos qué decir, sobran las palabras, nos diríamos de todo. Me das dos besos, uno casi roza mis labios, eso me provoca dolor de estómago. Tu vida va bien, primero vino el máster seguido del doctorado, y después el matrimonio seguido de un hijo. Mi vida también, me gradué y ahora es a otro hombre a quien le hago el amor cada noche. Ese café, que lleva caducandose años, el que tenemos que tomarnos algún día. Algún día. Te alegras por mi vida, yo por la tuya. Mucha suerte, cuidate, y hasta pronto. Te veo marchar a esa cama con esa mujer, a acunar a ese bebé. Tardé, tardé en graduarme, no te ibas de mi cabeza. Aún sigues en ella. Incluso cuando otros hombres ocupan mi cama, tú sigues en mi mente. ´

Edurne (Edi)

No hay comentarios: