9 de enero de 2010

Carta a una carta

Querida carta,

Nunca me detengo a pensar en lo que sentirán o pensarán las personas que reciben mis cartas, tanto las escritas como las que mando por correo. Sí, la tradición de mandar cartas sigue en pie gracias a mí.

Ayer hacía limpieza del baúl de los recuerdos virtual, y encontré una Carta. Esta vez no era escrita por mí, sino para mí. Ahí tuve ese sentimiento de saber lo que es recibir una carta, sobre todo la carta más bonita que te han escrito hasta ahora. A su manera, todas las cartas que una persona recibe son bonitas, unas tienen más sentimiento, otras sirven para sincerarse, otras para contar una verdad, otras te emocionan... Con esta carta me quedo no sólo porque el contenido es precioso, sino porque me ha vuelto a unir con su escritora.

¿Recordáis la carta escrita en este mismo blog que se titulaba Carta a ... ti? Con echar un vistazo un poco más abajo la encontráis, más o menos por Noviembre o Diciembre. Pues bien, decía que no encontraba el valor suficiente para coger el teléfono y llamar a esa amiga a la que tanto echaba de menos desde que perdimos el contacto por un arrebato mío.

Ayer encontré su carta, la carta que Maider me escribió por mi 18º cumpleaños, y no pude evitar emocionarme muchísimo. Fue el empujón definitivo para coger el teléfono y llamarla. Era un sentimiento extraño, tenía miedo por lo que pudiera decirme y a la vez tenía muchas ganas de volver a saber de ella.

Nuestro sentimiento de perdón y arrepentimiento era mútuo. Nos echabamos de menos mútuamente. Han sido 5 meses en los que me he arrepentido y he aprendido de mis errores.

Me alegro de que volvamos a ser amigas. Y nunca volverá a pasar ésto mismo.

No quiero volver a perder el tiempo. Como hoy me has dicho, nuestra amistad siempre prevalece.

Gracias por haber vuelto. Y gracias por haber estado siempre conmigo y haberme apoyado. A ti era a la única a la que interesaba cualquier insignificancia que ocupase mi mente preocupándome demasiado y eras capaz de quitarle importancia y tranquilizarme.

Ya no volveré a estar preocupada por si estás bien o no. Ahora volveremos a cuidarnos mútuamente.

Como me dijiste en la carta, no quieres que yo sea un recuerdo para ti porque quieres esté siempre ahí para recordarlo contigo.
Y ahí estaré.






Edurne (Edi)



[PHOTO]: Una de nuestro mes en Portland que siempre nos ha gustado, época en la que aún llevaba flequillo. La otra es de hoy en la nieve, mirad mi gorro enterito blanco y mi pelo lleno de nieve =)








2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro por tí chiquilla!!! Ojalá pueda yo recuperar la amistad con otra persona.

Por ciero, si escribes cartas en papel nunca pierdas la buena esa costumbre. Ya queda poco gente...

Un abrazo.

Elenilla dijo...

Me alegro mucho por ti, Edi! A veces es mejor tragarse el orgullo y luchar por la amistad.

Siento haber estado desaparecida, no tengo mucho tiempo para visitar a los bloggers.

Besos