7 de mayo de 2012

Carta a una Generación Perdida

Querida Generación,

Hasta en la sopa. No hay rincón, ni página web, ni conversación, en la que no se mencione a la Generación Perdida. Se trata de la generación de aquellos que nacimos entre los años 80 y 90. Una crisis mundial y un sistema politico que fácilmente podría ser mejorable, han llevado a mi generación a la... ¿perdición?

Meses me quedan para terminar la carrera, y es entonces cuando me lanzaré al más oscuro de los vacíos. Como yo, muchos han hecho lo que se esperaba de nosotros para prosperar en esta vida y sociedad. Mis padres apostaron por un colegio privado en donde se impartía una educación católica, querían que me formase junto a los que ellos creían los mejores. Aprendí idiomas, viajé al extranjero a perfeccionarlos, y pasé mis horas sentada en academias para mejorar. No repetí ningún curso, y aceptada por dos universidades de cierto prestigio, entré en una de ellas sin ningún obstáculo. Tras dos años entre sus aulas y uno en el extranjero con beca Erasmus, me encuentro con lo siguiente: Nada.

Vale, miento. Me encuentro con una incertidumbre que aún no me quitan el sueño, pero sé que algún día lo harán. Tras mi último año de carrera que a punto está de empezar, tendrá lugar mi graduación. Lo que vendrá después, es un misterio. El Gobierno de mi país, junto con la cuenta bancaria de mi padre, han empleado un dinero en formarme como Licenciada, para después ocupar mi tiempo en la cola del paro. O, en el mejor de los casos, trabajar para otro país con la esperanza de en un futuro, volver a casa. También existe la opción de trabajar de sol a sol por un sueldo mísero durante un tiempo limitado.

Y si me voy, ¿qué ocurrirá con quienes se queden? Miro a mis sobrinos que apenas levantan un metro del suelo, a mis primos, a mis alumnos de primaria, e incluso a las embarazadas que están a punto de traer criaturas a este mundo... ¿qué será de todos ellos? ¿Quién construirá un futuro mejor para ellos? ¿Quién se quedará a apostar por que no les suceda lo mismo que a nosotros?

Dudo de si ha merecido la pena gastar tantas cifras en mi educación, en si ha sido útil estar tanto rato frente a los libros... Mi generación no merece llamarse Generación Perdida. Es una generación destruída por la generación anterior. Dicen que nos lo dieron todo, ¿pero quién lo pidió? También dicen que ni-trabajamos, ni-estudiamos... Os cuento un secreto: la motivación va y la oportunidad van de la mano. Por supuesto, no son pocos quienes se suman al carro de la excusa.

Muchas dudas y preguntas sin resolver. El tiempo me darán la respuesta.
Mientras, os recomiendo el documental Generación Perdida, del programa Documentos TV. Haced click aquí.

Edurne (Edi)

No hay comentarios: