22 de junio de 2012

Carta a un interior

Querido Interior,

En el colegio al que yo iba éramos todos blancos. Lo más 'diferente' que había era una niña adoptada de China, y una chica argentina que vive aquí desde hace años. Digo diferente porque los demás cumplíamos los mismos orígenes y patrones. Jamás me senté en un aula con alguien que no fuera de mi país, color o raza, hasta que fui a la Universidad. Una vez allí, compartí clase con gente de numerosos países y rincones del planeta.

Cuando necesito comprar un paraguas, un bolígrafo, vasos de plástico o adornos navideños, acudo a la tienda de todo a 1€ que hay frente a mi casa. Allí los dependientes son chinos, y casi todo es importado de allí. Justo enfrente pero hacia el otro lado, hay una tienda donde en mis noches de vagancia y apetito compro un kebap para cenar. Son de Pakistan.

Durante un año compartí piso con un turco, un indio y una rusa, y fue en un país en el que los cuatro éramos extranjeros. Aprendí cocina india, música turca y algo de grafía cirílica.

En mi segundo año de Universidad pasé largas horas y días con una chica procedente de un país, religión y cultura complétamente distinto. Ella llevaba hiyab. Yo no.

Como sabéis, me encanta bailar salsa. Esta música es precedente de países latinoamericanos, y he bailado junto a profesores procedentes de este lugar.

Pero siempre hay malas miradas. Nos quejamos de guettos, de inmigrantes, de violencia, de separaciones, de razas, etnias, colores, de fronteras creadas por el hombre, de no querer que los "otros" vengan sin recordar que nosotros nos fuimos hace muchos años también... En mi colegio se hubiesen quejado de haber habido niños de otros países en las aulas, hubo quién se escandalizó al saber de dónde procedían mis compañeros de piso, también hubo quién se volvió a mirarme cuando me vieron junto a una chica que "llevaba pañuelo". En cambio, todos aquellos que dijeron y miraron siguieron comprando sus artículos en 'los chinos' y siguieron comiendo kebaps.

Yo encontré algo similar en mis compañeros de piso, en mi amiga con hiyab, en mis compañeros de clase, en mis amigos: su gran belleza interior.

Que al final, el interior, es lo que importa.


Edurne (Edi)

No hay comentarios: