30 de enero de 2009

Carta a la cuenta atrás




Querida cuenta atrás,





5 DÍAS



5 Días y seré mayor de edad.... Dios que rápico pasa todo.



Bueno visto que ayer escribí sobre los amigos y la gente de mi vida, toca seguir escribiendo sobre la gente de mi vida.



Y en donde más gente conocí y donde más amigos hice y mejor me lo pasé, fue sin duda Portland'08. Ese mes... qué unico dios. El mejor mes de mi vida hasta ahora, desde luego. Una experiencia que recordaré hasta el día en que muera.



----------------------------------------------------------------



Tuve la oportunidad de ir a Portland el mes de Julio del año pasado. No iba sola, pues conocía a Maider de antemano e ibamos juntas, con lo cual eso era un gran apoyo y un miedo muy grande inexistente. Ella opina lo mismo, que el ir juntas nos ayudó mucho la una a la otra para quitarnos miedos y pasarnoslo en grande. Sobre todo para conocernos más aún. También me había puesto ya en contacto con la familia de allí antes de ir, y la verdad, ya por e-mail, eran un encanto.



Tras 26 horas de vuelo haciendo escala en Atlanta, Georgia, llegamos por fin a Portland, Oregon. La verdad es que no sé ni cómo elegimos Portland para ir. Realmente porque pensamos que sería diferente y que nos lo pasaríamos guay; porque todo el mundo desea ir a New York, Chicago, San Francisco... pero es que en Estados Unidos ciudades hay muchísimas, ¿y por qué Portland no iba a ser una ciudad estupenda? Sin duda lo era. Lo es.



Lo que decía, que tras ese largo viaje llegamos al destino. Yo no era persona, no había dormido al menos en 26 horas, y la noche anterior solo 3 horas... Así que imaginad mi careto. Nada más bajarnos del avión, nos encontramos con unas 40 o 50 personas entre las cuales había niños, jóvenes, mayores.... todos con globos, carteles con nuestros nombres y sobre todo unas gigantes sonrisas esperándonos. La primera familia que estaba era la de Maider, con un cartel inmensísimo. Empezaron a presentarse, a hablar y de pronto vi a Hans, que lo reconocí al instante por fotos que había visto anteriormente, pero ni él ni los demás me habían visto a mí. Me escondí detrás de Maider y le empecé a decir; "Jo Maider qué palo... me da palo ir.... tia..." Y ella me empujó y me dijó: "¡Venga déjate de tonterías y vete con tu familia!". Así que me acerqué y nada más llegar vi a Becca y le dije: "Hello!" y tras contestarme lo mismo vi a un figura alta, rubia y delgada que ponía cara de asombro y me decía: "Ohhh!! Edi! " y.... ¡¡ZAS!! Fotaza en toda mi cara. Era Bernadette. Y Larry, su novio, a su lado. Tras darles la mano, porque, qué vas a hacer, si dos besos no los han dado en su vida y un abrazo quizás es muy lanzado. Así que tras un saludo seco, y casi no encontrar una de mis maletas, nos fuimos rumbo a casita.



La primera sorpresa: Una pedazo de furgoneta Volkswagen Verde Pistacho Hippie. Me enamoré. Y un viajecito en el que me acribillaron a preguntas (tal vez no me preguntaron nada pero con el cansancio que llevaba creía morirme). Una casita típica americana verde y morada, y nada más llegar y ducharme, a dormir en una litera compartida con Becca.



La primera semana no fui a clase, porque el programa era así. Entonces estuve de total inmersión con la familia. Fue una semana muy guay, y los primeros días empecé a temer que mi español se estaba quedando en el olvido, y mi vasco ni os cuento. Pero por suerte el famoso 4 de Julio Americano en el que se celebra la independencia de Estados Unidos, era el cumple de mi querida Maider. En el aeropuerto la host-mom de Maider le había dicho a la mía que iban a celebrarlo en su casa y que yo estaba invitada. Como mi familia no tenía ningún plan, allá que me fui, y si tenían algún plan no pusieron ninguna pega.

La casa de Maider no estaba en Portland, era una ciudad pegada llamada Gresham. Tardamos como 45 minutos en coche en llegar, y yo empezaba a echar de menos los Estados Unidos cuando llegamos. ¡Qué lejos Dios! Pero una alegría tremenda al ver a mi Maider, que después de 4 días sin saber ni de ella ni de nadie, ya lo empezaba a necesitar. Ambar lo necesitabamos. Así que allí pasé el día, con Lyllie y Shelly que son estupendas las dos, y con un gato que desapareció al verme, un chucho chow-chow que quiso comerme nada más verme y dos ratas por mascotas. Fuimos al centro comercial, alguna compra, comida en el buffet libre chino que eso sí que lo necesitaba porque estaba pasando un hambre horrible ya que mi familia eran vegetarianos y celiacos, y al final de todo a los fuegos artificiales.

Pero el siguiente Lunes, empezó lo bueno. Las clases, con dos profesoras estupendísimas, Elsie y Kate, compañeros super geniales, amigos.... Una pasada. Yo era una privilegiada, pues vivía en Down Town y estaba solo a 10 minutos en autobús. Los otros en cambio, como Maider por ejemplo, tenían incluso una hora en tren. O mi pobre Darío, que para ir del colegio a casa cogía un bus hasta la última parada, luego un tren hasta la última parada, después caminaba 20 minutos y llegaba a una tienda, pedía un teléfono para llamar a la familia y que le fueran a buscar en coche, y después unos 20 minutos en coche, para llegar a una pedazo de mansión en medio del monte.

En el colegio lo pasamos brutalmente bien, de compras, hacienbo Bungee Jumping, tirandonos por un tobogan extralargo en un trineo, bolera (¡quedé 2ª!), bailes, playa, y por supuesto el camping en Kanheeta. Una experiencia difícil de olvidar.

Pero sobre todo por la familia, que tuve una suerte impresionante, con Becca, Hans, Bernadette, Larry y Freda. Anda que no lloré nada cuando me despedí de ellos. Daría lo que fuese por volver a verles, o volver a vivir en Portland con ellos, o que viniesen a España. Sé que nos volveremos a ver algún día.

Gracias a todos los que hicieron posible este viaje: Darío, Yvonne, Charlene, Carlota, Carlos, Bea, Lucía, Javi, María Z, María B, Irene, Antonio, Maialen, Jacobo, Álex, Alberto, Alexia, Julia, Alessa, Morgane, Maud, Paul, Remi, Sophie, Clementine, Clemence, Rachel, Marine, Laurent, Stan, Jojo, Laurie, Sarah, Rebecca, Kate, Elsie, Kirstin, Chad, Arlow, Melinda, David, Sarah H, Sarah R, Sarah K, Molly, Keegan, Amanda, Lyllie, Shelly, Josh A, Josh H, Dani, Juliette, David, toda la gente que me dejo pero que es imposible nombrar, y por supuesto a la familia Bernadette, Becca, Hans, Larry y Freda, y cómo no, a quién más me ayudó y con quien mejor me lo pasé, Maider.








En una palabra: INOLVIDABLE.

Edurne (Edi)

1 comentario:

Anónimo dijo...

guauuuuuu
viva portland y viva edi!!!