30 de agosto de 2009

Carta a una discusión

Querida discusión,

Ayer tuve una discusión de las que marcan un antes y un después. Cuando se llega a un punto en el que ya está bien de recibir pisotones y humillaciones por parte de una persona y aguantandolo todo porque no queda más remedio al ser inevitable encontrarte con esa persona cuando quieres ver a otras, es cuando pones un punto y final.

Bien se sabe que mis enfados se reflejan en eternos silencios. Eso que dicen de no hay mayor desprecio que no hacer aprecio... Por eso ayer tras una discusión con una persona por su escasa tolerancia, puso punto y final a nuestra relación y un punto y aparte a mi relación para con las otras personas que nombraba antes.

Tras eso, guardé silencio absoluto durante todo el medio día y tarde., hasta que a la noche quedé con amigos para intentar volver a la normalidad. Un día tormentoso y bastante extraño la verdad, no acostumbrada a estas cosas y mucho menos a tomar la decisión de poner un punto y final.

Aunque parezca lo contrario, me cuesta mucho tomar la decisión de poner punto y final con las personas, más aún cuando este mes atrás también he puesto otro punto y final. Pero llega un momento en el que no se puede seguir con el esfuerzo de querer tener la relación perfecta que un día existió. La salud mental es importante, y a menudo estas cosas afectan psicológicamente, y mucho.

Edurne (Edi)

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