5 de noviembre de 2009

Carta a una princesa

Querida Princesa,

Muchas veces digo que odio a la gente. Es verdad, la odio. No entiendo cómo la gente puede ser tan cruel, tan mala, tan horrible...

Jamás, pero jamás de los jamases, entenderé cómo a alguien puede divertirle pegar a alguien, hacerle el vacío, maltratarle, insultarle, dejarle sólo... por la simple razón de: ME APETECE.

Cuántas veces habré ido por el colegio, y he visto esas miradas de algun chavalillo que está sólo, que quiere llorar, porque NADIE en el mundo lo acepta como es y quiere ser su amigo. Y ya cuando veo que alguien insulta a otra persona por estar gordo, o por no tener tanto dinero, o por vestir de otro modo... etc... ¿Con qué derecho se cree la gente a tratar así a otras personas?

Estos díqas atrás he visto una mirada inocente en la Universidad. Es una mirada de una chica, mayor que yo, pero que aún conserva esa mirada de niña, de inocencia, de dulzura, de no ver ningún mal en nadie, de querer ser princesa... Pero que sin embargo esa princesa sufre porque el resto no la acepta como es y se atreven a describirla como "rarita".

No sé... quizás la rarita sea yo. Curiosamente las personas que se atreven a marginar o hacer bullying a esas personas por ser homosexuales (que yo siempre he dicho que la homofobia es una homosexualidad frustrada), gordos, bajitos, feos... son quienes más deben callar.

Me encanta encontrarme a personas que aún con la edad no pierden esa mirada de niño, esa ternura en los ojos y esas ganas de ser principes/princesas.

Pero no es así.
Por eso odio a la gente.


Y quiero un mundo lleno de príncipes y princesas. Si quiero ser una princesa, ¿quién me lo va a impedir?

Edurne (Edi)


[PHOTO]: Yo de princesita (o algo parecido) con 4 años.


1 comentario:

Luis y Mª Jesús dijo...

La vida es cruel pero muchos de esos príncipes o princesas terminan reinando en su parcelita o amargándose. Nosotros tenemos dos -más bien 3- con défitit de atención, viven en su mundo y son felices hasta que se dan cuenta de que el mundo se ríe de ellos, la manera de afrontar esta situación depende mucho de la familia. Es difícil pero son personas inocentes y maravillosas que pueden convertirse en frustrados porque interpretan la vida de una manera distinta.
Besos