Queridos 19,
Se dice que un nacimiento representa el principio de todo. El pricipio de una persona, de un mundo, de personas que son un mundo… Principio al fin y al cabo.
Era lunes y hacía un frío que pelaba. No era la fecha, ni quizás el lugar. Alrededor de las 21’30h de la noche. Mi madre llevaba las patatas para pelarlas y así hacer una tortilla para cenar después. Se sentó en la sala de estar porque su cuerpo ya no se sostenía de pie. Cuando terminó de pelarlas, se dirigía a la cocina para terminar de hacer la tortilla. No dio tiempo a llegar desde la sala de estar hasta la cocina, y de pronto, la bolsa se había roto. La niña ya estaba aquí.
Corriendo a la clínica. No sin antes dejar a mi hermano mayor con una amiga de la familia porque hasta en esos momentos era impertinente... Mi padre corriendo en el coche como podía, la cabecita se salía. Mi madre no podía más y notaba cómo se le caía la niña al suelo.
Al llegar a la clínica, entró mi padre y dijo: “Creo que mi mujer está de parto”. (¿creo? ¡Que la cabecita estaba fuera!)
Minutos después la niña había nacido, casi sin darle tiempo al médico ni a mi padre a ponerse la bata. Menudas prisas…
Pues sí lectores, tenía prisa. Tenía prisa por ver mundo. Así es como nací, esa es la historia del lunes 4 de Febrero en el que vine al mundo, hace 19 años.
19 años han dado para mucho. Desde ir al otro extremo del mundo, ser tía, aprender idiomas, publicar artículos en periódicos, pasar por quirófano, enamorarme y des-enamorarme pero con menos rapidez, graduarme en guitarra española, me han destronado de mi trono de la prima pequeña…
Sea lo que sea y recuerde lo que recuerde, admito que me lo he pasado MUY bien, me he reído un montón y he sido feliz, pese a que mis filósofos digan que la felicidad no existe, aquí estoy yo para contradecirlo. Con 19 ya, he aprendido a dejar en el olvido a aquellas cosas que no dejan seguir a uno hacia delante y no dejan espacio a ser feliz.
Si volviese atrás, no dudaría en volver a reir, ni dudaría en ser feliz, ni dudaría en conocer a quienes he conocido, ni dudaría en tener a quienes tengo, ni dudaría en despachar de mi vida a quienes me sobran, ni dudaría en elegir el camino que he elegido…
Quiero dar las gracias a todos, a todos los que ocupais mi vida, amigos, familia, compañeros de clase, conocidos, blogueros… ¡Todos!
Irónicamente, hoy es el día mundial contra el cáncer. Sólo quiero decir que Se Puede Superar, y ánimo a quienes lo padecen.
También quiero felicitar a los que han nacido el mismo día que yo, como mi gemelo, ¡felicidades Álvaro!
Nada más, me despido con una primavera más
¡Gracias blogueros!
Edurne (Edi)
Se dice que un nacimiento representa el principio de todo. El pricipio de una persona, de un mundo, de personas que son un mundo… Principio al fin y al cabo.
Era lunes y hacía un frío que pelaba. No era la fecha, ni quizás el lugar. Alrededor de las 21’30h de la noche. Mi madre llevaba las patatas para pelarlas y así hacer una tortilla para cenar después. Se sentó en la sala de estar porque su cuerpo ya no se sostenía de pie. Cuando terminó de pelarlas, se dirigía a la cocina para terminar de hacer la tortilla. No dio tiempo a llegar desde la sala de estar hasta la cocina, y de pronto, la bolsa se había roto. La niña ya estaba aquí.
Corriendo a la clínica. No sin antes dejar a mi hermano mayor con una amiga de la familia porque hasta en esos momentos era impertinente... Mi padre corriendo en el coche como podía, la cabecita se salía. Mi madre no podía más y notaba cómo se le caía la niña al suelo.
Al llegar a la clínica, entró mi padre y dijo: “Creo que mi mujer está de parto”. (¿creo? ¡Que la cabecita estaba fuera!)
Minutos después la niña había nacido, casi sin darle tiempo al médico ni a mi padre a ponerse la bata. Menudas prisas…
Pues sí lectores, tenía prisa. Tenía prisa por ver mundo. Así es como nací, esa es la historia del lunes 4 de Febrero en el que vine al mundo, hace 19 años.
19 años han dado para mucho. Desde ir al otro extremo del mundo, ser tía, aprender idiomas, publicar artículos en periódicos, pasar por quirófano, enamorarme y des-enamorarme pero con menos rapidez, graduarme en guitarra española, me han destronado de mi trono de la prima pequeña…
Sea lo que sea y recuerde lo que recuerde, admito que me lo he pasado MUY bien, me he reído un montón y he sido feliz, pese a que mis filósofos digan que la felicidad no existe, aquí estoy yo para contradecirlo. Con 19 ya, he aprendido a dejar en el olvido a aquellas cosas que no dejan seguir a uno hacia delante y no dejan espacio a ser feliz.
Si volviese atrás, no dudaría en volver a reir, ni dudaría en ser feliz, ni dudaría en conocer a quienes he conocido, ni dudaría en tener a quienes tengo, ni dudaría en despachar de mi vida a quienes me sobran, ni dudaría en elegir el camino que he elegido…
Quiero dar las gracias a todos, a todos los que ocupais mi vida, amigos, familia, compañeros de clase, conocidos, blogueros… ¡Todos!
Irónicamente, hoy es el día mundial contra el cáncer. Sólo quiero decir que Se Puede Superar, y ánimo a quienes lo padecen.
También quiero felicitar a los que han nacido el mismo día que yo, como mi gemelo, ¡felicidades Álvaro!
Nada más, me despido con una primavera más
¡Gracias blogueros!
Edurne (Edi)
4 comentarios:
¡Felicidades! Tu "carta a 10 verdades" es estupenda.
Qué 19 añitos más bien colocados.
Querid@ anónim@... Identifícate!
No nos conocemos, te encontré a través de otro blog.
Saludos.
Jejeje que rica eras de peque, se ve que eres tu, tienes la misma cara!!!!
Felicidades atrasadas! Espero que pasases un buen día y te hicieran muchos regalitos.
Un beso
Publicar un comentario