2 de febrero de 2010

Carta a una exiliada

Querida Exiliada,


Hoy es un día en el que me gustaría coger mi larga lista de libros que tengo por leer y marcharme a una isla desierta para así poder olvidarme de que el mundo existe. También sería un buen momento para poder reflexionar y pensar. Hoy he pensado en hacerlo, en irme de exiliada. Esta tarde me han dicho que tengo un semblante entre serio y tristón, y no hay razón de peso para estarlo. Se refleja también en mi ropa por ir de negro y sin pensarme mucho lo que ponerme, para pasar desapercibida y camuflarme.

Pero me empiezan los inconvenientes para irme a la isla. Querría llevarme a mi abuela Marga porque lo es todo para mí, y a mi hermano para tocarnos las narices mútuamente, y a mis padres para estar centrada las 24 horas del día. Y a mis sobrinos, por supuesto; y también a su madre. Y a los pequeños Mario y Luna.

También me querría llevar a twin porque he aprendido a vivir con ella y creo que no podría aprender a hacerlo sin ella. Hace poco me di cuenta de que quien está con Noemí no puede estar triste porque alegra los días y la vida a todo el mundo con su humor, sonrisa y ánimos. Así de paso para que estas dos hermanas se des-peleen. Querría llevarme a Susana también, no pienso ir a ningún sitio sin ella, y ella no vendría sin su gran tropa, así que no puedo llevármela.

Además querría llevarme a Anahí para recuperar esas charlas que últimamente no sé por qué, no están, y sabe que las echo de menos. Tambián a Libe, y a Gorka, y a Paula, y a Victor, y a Ander, y a Marta, y a Silvia, y a Ana, y a Mónica, y a Álvaro, y a Alba, y a mi paisana, y a muchos de clase que me alegran los días y que ya son parte de mí porque son mi día a día, y me costaría estar sin muchos.

Y a mi alumna Jasone, que no podría aprobar el curso sin mí. También a Maider, recuperamos el contacto hace poco y no me gustaría que se terminase aquí ni mucho menos. Por supuesto no sin mi Raúl, que ésto de la universidad nos tiene un poco alejados pero le quiero cantidad. Y a mi eslovaka Nika, que me encanta ver cómo avanza en español. También a Mariela, ¡extraño horrores a esta argentina! Tanto como a Sara y Elena. Así acortaría distancia geográfica con estas tres sureñas. ¿Pero a dónde voy sin Mikel, Laura, Larraitz Jon y Jose?


Uff... creo que con una mochila así de grande no sé si podría ir de exilio, aunque si hubiese que ir me mataba llevándomelos.
Creo que por hoy dejaré la idea de ser una exiliada. Me quedo.

Edurne (Edi)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo me voy sin tropa donde haga falta eh, pero a poder ser nos exiliamos a un sitio cálido vale?

te quiero nena


Susana

Edurne Beltrán dijo...

Te irías sin tu sobrina, Marisa, Jose, etc etc??? Las tropas son grandes...

Y sí, un sitio cálido. Siempre y cuando esté lejos del mundo.