24 de abril de 2010

Carta a un Diálogo

Querido Diálogo,


¡Narcisos!
Son tus flores favoritas.
¿Cómo has podido encontrar tantas?
He llamado a todas las floristerías de cinco estados, les dije que era la única manera de que mi esposa se casara conmigo.
¡Ni siquiera me conoces!
Tengo el resto de mi vida para conocerte.




Un libro. Un ramo de narcisos. No es difícil acertar conmigo para hacerme feliz.

Edurne (Edi)

1 comentario:

Marcan dijo...

No te conformes con tan poco, un libro, un ramo de narcisos...
Nuestra felicidad solo está limitada por el Cielo y la Eternidad.
Apunta alto, que la vida misma se encarga de bajar el tiro.
Un saludo