11 de abril de 2012

Carta a Esta Noche

Querida Noche,

Y aquellas noches cuando mirábamos las estrellas mientras me contaste que cualquier lugar en la Tierra por muy lejos que esté siempre estará bajo el mismo cielo. Tras el beso final, y los buenos deseos nocturnos. Esas noches, en donde cualquier luz me iluminaba lo suficiente para no despertarte. Cuando el silencio de mis movimientos se mezclaba con el sonido de tu respiración. Sonido lento, relajante, seguro.

Esta noche me muevo entre la perdición de no recibir ningún buen deseo. Mi respiración se acelera al no encontrar ninguna luz que me ilumine. Sólo me queda un cielo estrellado al que mirar, mientras sé con certeza de que cada noche me das un beso desde allí arriba.

Por si aquella noche no te lo dije, o no lo escuchaste, o no lo repetí lo suficiente, quiero decirte que a pesar de esta ausencia y este dolor que siento desde hace meses, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...


Y te querré el resto de las noches y de los días.


Edurne (Edi)

No hay comentarios: