Carta a la cuenta atrás

Querida cuenta atrás,

Y es justo AHORA cuando inauguro la cuenta atrás.


7 DÍAS.

No escribiré mucho durante la cuenta atrás, porque estoy preparando algo muy especial para el gran día.

En estos 7 días voy a comentar algunos sucesos importantes de mi vida.
Entended que tengo que resumirlos todos en 7 días, y no soy Dios para crear en 7 días cosas tan grandes como el propio mundo.




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Vengo de una gran familia.
3 Abuelas.
18 tíos.
21 primos.
1 hermano.
1 padre.
1 madre.
1 medio-sobrino.
1 medio-sobrina en camino.
Y muchos por ahí despistaos.

Soy un mix de razas y culturas. En mi sangre se encuentra sangre andaluza, gitana, italiana, francesa, aragonesa y una pequeñisísisisma parte vasca. ¿Curioso eh? Vivo en el País Vasco y sin embargo casi nadie en mi familia es de aquí. Pero mi primer apellido me delata ;)

Para unos fui una alegría, y para otros fui un número. Pues entre tanto nacimiento, cuando piensas que deberías querer al nuevo primo/sobrino/nieto ha nacido uno nuevo para volver a pensar eso.

Pero a pesar de tanta familia, nunca he tenido a nadie aquí. Así que poca relación. nadie sabe jamás lo que me hubiese gustado tener una tía o un primo o algo así en Vitoria para poder verle y crecer conociendo ese sentimiento de ser una familia cercana. Y lo que sí que nadie sabe, es lo que hubiese dado por haber tenido conmigo a una abuela.

Por cosas de la vida, tengo tres, y dos abuelos que ya murieron. Pero ninguna de las tres ha vivido jamás donde yo. Muerome de envidia cada vez que veo a una abuela o abuelo recogiendo a sus nietos del colegio y llevandoles a casa, o llevandoles la merienda... Jamás he sentido eso. Ni lo sentiré. Y es que mi abuela Marga, es la persona que más quiero en este mundo y que más querré. La distancia no hace el olvido, pero sí hace que pasen muchísimos meses sin verse. Algo que me mata. Aunque lo que realmente me mata es esa gente que acude a donde sus abuelos únicamente para pedirles dinero o alguna cosa así. Vamos interés. O si encima ya se les trata mal, no ayudándoles, no queriendoles, no contestandoles bien, no haciendoles las cosas más fáciles; ya sí que me repatea. Hay veces que me han dado ganas de decir: "Eh tú, espabila, que no sabes la suerte que tienes de tener a tus abuelos aquí contigo." Qué le voy a hacer. Ya se arrepentirán en el futuro de no haber disfrutado de ellos. Tal vez aún no se hayan dado cuenta de que algún día esas personas también llegarán a viejos, si es que tienen esa suerte, y espero que en ese proceso se den cuenta de que si pisan esta Tierra, es también gracias a los abuelos; que a ellos se les perdona todo. Pero quien siembra, al final recoge.

Aunque no soy alguien muy apegado a la familia (entre otras cosas porque casi no he vivido con ellos), les quiero a todos por igual. Salvo a mi abuela, que es una excepción. Aún intento averiguar cómo viviré el día que ella me falte. Y eso que la amo y vive a 900km, que si llega a vivir aquí es que no me despego de ella.

En cuanto a mi futuro, me gustaría tener familia, y poder contarles todas las peripecias de mi GRAN FAMILIA.

Gracias a: Marga, Juan, Juan Pedro, Mª Carmen, Agustín, Ana, Marce, Sera, Inma, Paco, Jesús, Asún, Ignacio, Begoña, Jesús, Almudena, Mónica, Fran, Natalia, Álvaro, Guillermo, Agustín, Marta, Laura, Javi, Irene, Cris, Gloria, Adrián, Jorge, Juanjo, Alenka, Mario, Babithckâ, Pilar, Sergio, Itziar, Crristina, Juana, Celia y Marga, a mis padres y mi hermano.

Y a todos los que están por venir.
Y a todos los que he querido como si fuesen mi familia.


FOTO: Una pequeña parte de esa gran familia.






Edurne (Edi)