27 de octubre de 2009

Carta a Shiloh

Querida Shiloh,

Acabo de enterarme hace un minuto de que Shiloh Pepin, la niña con sirenomelia de Estados Unidos. Leí su historia hace años, y la verdad la niña me daba una pena increíble, porque no podían operarla. Los vasos sanguíneos estaban por todas sus piernas, no tenía órganos genitales y sólo vivía con un riñón. Estaba condenada a vivir con las piernas unidas toda la vida.

Leí hace mucho sobre esta niña y acabo de ver que ha muerto. Muchas veces no damos gracias por estar bien y tener salud, nos quejamos sin ver que personas como Shiloh están mucho peor; y sólo valoramos la salud cuando nos falla o nos falta.

Hoy día muy cansado. Echo de menos las clases de antropología.


Edurne (Edi)

1 comentario:

Luis y Mª Jesús dijo...

Me he leído con calma las entradas atrasadas y me encantó conocer a tu abuela. Yo también quiero ser así elegante, coqueta, alegre.
Me dejó fascinada que no seas guay, pudiendo ser elegante, divertida, natural, auténtica, trabajadora... y todos esos calificativos que dicen cualidades de las personas ¡para qué vas a ser guay, que es una expresión que en el fondo se dice cuando quieres ser positivo y no encuentras virtudes particulares que atribuir.
Por favor, nunca seas guay.
Si me autorizas incorporaré un párrafo de tu entrada a una conferencia en el Corte Inglés sobre "persona y moda, el sentido de la elegancia" me va al pelo porque ser guay no es ser elegante, la elegancia deja traslucir la persona y el guay responde a una tendencia de uniformidad. Si consigo reponerme de esta semana y escribo lo que quiero decir te lo mando.
Por cierto, mas vale que el gatito sea virtual porque Luisín -mi noveno- desarrolló una alergia tremenda porque una señora que venía 3 horas a limpiar a casa traía pelo de su gato de angora en la ropa. No creí que fuera tan serio.
Ruego a Dios porque mis hijos no se casen con una guay.
Besos