23 de noviembre de 2009

Carta a la moda

Querida moda,

Hoy en la clase de Estudios Culturales (oh amo esta asignatura), hemos hablado sobre la moda. Según la materia, la moda es un símbolo de expresión, de comunicar y transmitir cómo es uno mismo, y a través de la moda se puede saber un poco de cómo es cada persona.

A pesar de ello, todos conocemos a alguien a quien la imagen de personalidad que se nos viene a la cabeza al ver sus vestimentas y peinado, no van acorde con la personalidad que realmente tiene. Pero casos concretos a parte, existe un pronunciado generalismo.

Todos nos vamos acoplando en cierto modo a la moda que hay en el momento, y además nuestra propia moda evoluciona con el paso de los años, generalmente a mejor.

Ésto me ocurre a mí la primera. Es por ésto por lo que muchas veces me gusta echar mano de fotos de hace varios años y preguntarme a mí misma cómo y por qué iba así por la calle. ¡Menudas pintas! jaja Me lo tomo con humor, qué remedio. Me encanta recordar esos pantalones anchísimos por abajo, la chaqueta de rayas morada y negra con sombrero élfico, plumífero verde con el borde del gorro de pelo, zapatillas anchas negras (éstas las sigo usando para días de lluvia, son geniales, no te mojas lo más mínimo), y un largo etcétera; junto con el pelo liso tras horas diarias de plancha. Que menos mal que los años me han sentado bien también en este aspecto, pero ya veremos lo que escribo aquí mismo dentro de 5 años...

Yo elijo mi moda, y poco nombre tiene esa moda. No puedo calificarme ni de pija, punk, emo, mod, hippie, gurutxurtu, heavy, rapera, anticuada, post-moderna... La gente suele calificarme de "normal", al menos lo que llega a mis oídos, porque tampoco pido opiniones al respecto; aunque todas esas opiniones casan en que vista como vista estoy igual de guapa :D

A mí no me importa la ropa que lleven las que caminan por la Cibeles, ni me importa cómo se llama el tío al que han puesto su nombre en la etiqueta y en la fachada de la tienda. Nunca he entendido por qué un vestido de D&G, Gucci, Christian Lacroix... (y no sigo porque no me pagan nada esas marcas para que yo les haga publicidad aquí), valen lo que valen. ¿Quién dice que valen esos precios tan elevados? Si de todos modos, en cuanto vuelvan a salirle las hojas a los árboles ya están pasados de moda... Aunque dentro de 30 años serán lo último.

A mí lo que me importa es que me guste la ropa que compro, y no me fijo ni en dónde la he comprado, por lo que muchas veces cuando se me pregunta de dónde es alguna prenda que llevo puesta, no lo recuerdo. Me gusta que sea algo bonito, que me siente bien, que conjunte, que tenga un precio razonable y sobre todo que me guste y vaya cómoda con ello. Y punto final.

Lo triste es que muchas personas se tomen la licencia de calificar y aceptar/discriminar a las personas por cómo visten. Qué penoso... ¿A ver si van a ser ellos los que no están a la altura?

Pero más triste es vestir según los catálogos de las tiendas, e ir a disgusto e incómodo, y sin personalidad alguna. Por favor.... aunque sea un poquito de personalidad...

La moda también va ligada al estado de ánimo, al menos yo soy una viva imagen de eso mismo. Los días que tengo mejor humor y todo es más "rosa", voy de color rosa, y con mucho más gusto, mejor convinada, con más estilo y hasta me sienta mejor todo. En cambio los días negros.... uff... dan ganas de echarme limosna...

Recuerdo una vez cuando una chica me dijo que le había comprado a su madre para Reyes una pasmina de 350€, despreciando de ese modo mi bufanda de 14'95€ de Natura. Mi respuesta fue:

- "Con 350€ me compro yo 15 pasminas más bonitas y las luzco más y mejor."


Me sobró razón.

Edurne (Edi)

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