5 de diciembre de 2009

Carta a un color

Querido color,

Todo no puede ser rosa nunca, lo dulce no es tan dulce si no existe lo amargo.
Creo que mi mundo rosa y lleno de sonrisas y felicidad no va más allá de hasta donde llega mi burbuja.
Debo salir de mi burbuja, he oído que hay más mundo.

Alguien me dijo alguna vez que la felicidad es una amiga infiel, que a veces te hace bien y a veces te hace mal.
Como dije en entradas anteriores, quiero mirarlo todo desde los ojos de un niño, para así no tener miedo ni odio.
Y recordar siempre las mil sonrisas que un día existieron.

Gracias por ese beso en la frente, y ese sms al móvil.
Gracias por verme cuando quiero ser invisible.

Próximamente: Me marcho al exilio.


Edurne (Edi)




3 comentarios:

Luis y Mª Jesús dijo...

Espero que vuelvas pronto.
Estudia mucho Edurne y no salgas demasiado de tu burbuja. La burbuja es lo otro, una burbuja enormne. Locos nosotros?, mentiras son los otros.
besos

Unknown dijo...

Vaya modificación de entrada jeje. ¿Versión 2.0? Me gusta más esta versión. Edi sigue estando dentro de ti, seguirá siempre, aunque te llamen Doña Edurne, incluso cuando tengas 99 años, y tus nietos, biznietos, y demás monstruitos corran a tu lado, seguirás siendo esa niña a la que todos llamaban Edi... y no dejes que nunca desaparezca de tu interior, porque ese día habrás muerto un poco. Muxus.....

Elenilla dijo...

Yo soy como tu, suelo ver todo con la inocencia de un niño, creo que la gente es buena hasta que me demuestran lo contrario y me encanta el rosa!

No cambies, Edi. Eres un sol.
Besitos