23 de diciembre de 2010

Carta a un Sorteo

Querido Sorteo,

Tenía yo 14 años. En el colegio en el que estudiaba había un grupo de tiempo libre (que no nombraré, la propaganda no está bien remunerada) y yo pertenecía a ese grupo, o al menos estaba entre las listas de gente apuntada.

Durante los veranos organizaban unos campamentos en el monte, y ese año decidieron renovar el material (pabellones y material de cocina, principalmente). Por eso, meses antes del campamento recolectaron dinero haciendo a todos quienes participabamos en el grupo de tiempo libre vender boletos. Sí, los típicos que te vende un chaval pesado por la calle jurándote que por sólo 1€ ganarás un viaje a las Islas Canarias o similares, aunque luego esos boletos nadie mira y van a la próxima basura que haya por la calle. El caso es que yo, como moza obediente que acostumbraba a ser (llega a ser ahora y los boletos los vende Ambrosia), vendí religiosamente mi taco de 50 boletos.

Recuerdo que el día del sorteo era un viernes a la tarde. Pensé en no asistir a la rifa, pero mi madre, quizás con ganas de que la dejase un rato tranquila dormir la siesta, me insistió en que fuera para salir un poco de casa. Casi sin hacer mucha memoria recuerdo que llevaba puestas mis zapatillas beige con cordones naranjas fosforitos, un vaquero, una camiseta azul que me encantaba con un dibujo de una palmera y una cinta de pelo negra. Llamé a Nerea y Arrate, y me fui al sorteo. Había unos 15.000 boletos en un saco enorme, de donde iban a extraer uno para dar el primer premio. Yo llevé 8 de los 50, no me detuve mucho en buscar todos los que tenía, casi no había posibilidades de que me tocase. Algún iluso de la vida tenía unos 200 boletos, y yo con mis 8.

Después de rato y de aburrimiento, apoyadas en una pared mientras la enormísima multitud de gente ardía en deseos de que el boleto elegido fuese el suyo, Alberto pronunció:

- "Y el boleto para el primer premio es................. el número......... 6369."

6369.... 6369.... ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡6369!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¡¡¡YO TENGO ESE NÚMERO!!! Ahora sólo falta que ese número sea de mi taco de boletos y me lo haya dejado en casa...

6365.... 6366... 6367.... 6368.... dios mío.... 6369... ¡¡SÍIIIIIIIIIIIIII!!

Sí señores. El primer premio fue mío. Subí al pequeño escenario improvisado, me aplaudieron mientras la gente empezaba a marcharse con cara de cabreo por no haber ganado, y me dieron el ansiado premio. Una cámara de fotos y un cheque de 250€ para gastar como quiera en una macro tienda de deportes.

El triunfo va de la mano con el odio y la enemistad. O más bien con la envidia. Es increíble pero después de aquello, muchos me miraron con cierto resquemor. Pero bueno, no se puede tener todo. Mis padres recuerdan cómo les llamé sofocados y gritando, creyendo que me ocurría algo muy serio.

Los 250€ desaparecieron a la semana cuando fui a la tienda y me llevé:
- Un saco de dormir.
- Una esterilla.
- Un pantalon largo de chandal.
- Un pantalon corto de chandal.
- Una camiseta.
- Una camiseta para mi madre.
- Una cantimplora.
- Un monedero.
- Un chubasquero.

Y seguro que algo más, pero de eso hace ya años y no recuerdo. Sólo sé que fueron 250€ muy bien empleados. Para mi desgracia la cámara era malísima, creo que no hay ni una buena foto sacada con esa cámara.

Ésto lo cuento, porque sin duda es un día inolvidable en mi vida, pero también para explicar el por qué no creo en los juegos de lotería, especialmente estos días. La suerte ya estuvo de mi lado una vez, ¿es posible que pueda estarlo dos veces?

Pero, ¿sabéis cómo conseguí vender todos los boletos? Porque si tenía 50 para vender, 35 me los compró mi abuela. Posiblemente el boleto que fue premiado, era uno de los que ella me compró, porque después de pagarlos me los regáló.

Aún no me termino de creer que el ciclo de la vida haya hecho que no te vuelva a ver nunca más. Vuelve y encontremos juntas el final de ese cuento que nunca me contaste. Y si no lo encontramos, lo inventaremos.

Edurne (Edi)

3 comentarios:

La chica de las flores. dijo...

Bueno, tuviste suerte una vez en la vida!!
Puede que tu vida sea tan completa que ya nunca más necesites tener esa suerte...

Besicos!!

Miriam dijo...

Gracias por compartir tus historias, tus vivencias.
Me gustan por el fondo y por la forma
Muy feliz Navidad cerca de los tuyos y del Belen
Un abrazo

Marcan dijo...

Aquí llaman día de la salud al 22 de diciembre, porque lo importante es la salud, dicen los que no ha sido premiados
¡Feliz Navidad!